Por: José Luis Ponsico (*)
Cuenta la leyenda que cuatro hermanos de la Italia de post guerra, los Panini, Benito,
Giusseppe, Umberto y Franco en 1945 dejaron un kiosco de venta de revistas para iniciar la fabricación de figuritas en Pozzo, región de la Emilia-Romaña, con sede en Módena.
Tiempos del cine surrealista italiano, apogeo de Vittorio De Sica, Gina Lollobrígida, el gran Vittorio Gassman, mientras llegaba la Diosa máxima Sophia Loren, los Panini daban valor a un negocio multimillonario: hoy los indicadores hablan de mil millones de dólares.
En el caso del cronista, la infancia transcurría en la Mar del Plata de los´50 con algo más de 200 mil habitantes; ciudad balnearia, agreste en sus playas lejanas hacia el sur. Desde Punta Mogotes a las flamantes Colonias de Chapadmalal. Otros tiempos.
La edificación horizontal creció en la década, al punto de «rascacielos» en Av. Colón, 12 mil departamentos en un tramo entre las plazas Mitre y Colón, dieron un toque neoyorquino a la entonces «Perla Del Atlántico», luego «Ciudad Feliz».
En aquel tiempo los niños jugaban en la vereda con figuritas. Desde «Starosta» a las «Sport» –en el álbum del escriba faltaba Martín Puyssegur «6» de Ñuls– recordado, que llegó a Primera con Jorge Griffa, Ricardo Ramaciotti, Raúl Belén y José Yudica, todos consagrados.
Los niños ingresaban a la cultura general con las figuritas «Sport». La sucesión de los
Presidentes de la Nación. Por la educación primaria los pibes sabíamos de Domingo
Faustino Sarmiento. Pero no tanto de Victorino De la Plaza, Derqui, Roque Sáenz Peña.
Los clubes exhibían en foto color a todos los planteles en los álbumes rectangulares, donde los premios iban desde una bicicleta marca italiana, las «Legnano» hasta pelotas con tiento en las inolvidables Nro. 5. El álbum completo merecimiento de pocos.
Pelotas y botines «Sportlandia», luego los «Fulvence» remiten a la memoria del escriba. Los equipos «salían» de memoria como decía Alfio «Coco» Basile. En Boca, Musimessi, Colman, Otero, Lombardo, Mouriño, Pescia, Navarro, Baiocco, Borello, Rosello, Marcarián. 1954.
En River, Carrizo, Alfredo Pérez, Guastavino, Mantegari, Venini, Sola, Vernazza, Prado, Wálter Gómez, Labruna y Loustau. Racing, Domínguez, Dellacha, García Pérez, Giménez, Balay, Sivo, Corbatta, Maschio, Manuel Blanco, Pizzuti y Mendiburu. Siempre de memoria.
El quinteto inmortal de «Los Diablos Rojos» Independiente de Avellaneda, Micheli, Cecconato, Lacasia, luego Ricardo Bonelli, Ernesto Grillo y Cruz. Todos juntos a la selección, Primer triunfo sobre Inglaterra, 14 de mayo del´53 con Juan Perón en el palco de honor.
En el tiempo del talentoso tucumano Juan Armando Benavídez, 9 de San Lorenzo. Con la llegada a Primera del «Nene» José Francisco Sanfilippo, 20 años, fantástico goleador.
El recuerdo lleva al ataque con el paraguayo Angel Berni, Oscar Coll, Benavídez, Sanfilippo y el rosarino Portaluppi, ex Rosario Central.
En el arco, Mirko Blazina, atrás el capitán eterno, Oscar Basso. El más limpio del fútbol «criollo». Imposible no recordar al «Mono» José María Gatica, Pascualito Pérez, Alfredo Prada, Eduardo Lausse, Cirilo Gil, Oscar Pita.
Asimismo, los marplatenses Antonio Cuevas, Ubaldo Sacco, Tito Yanni, Osvaldo Rizzo y el bragadense «naturalizado» Andrés Selpa, el «Cacique». Más adelante, Julio Palavecino, el hijo de Sacco, apodado «Uby» campeón mundial a mediados de los ´80 y final trágico.
En el ciclismo Jorge Batiz, Ernesto Contreras, Ricardo Senn, Duilio Biganzoli, en tanto Mar del Plata tenía a los padres y tíos de los hermanos Gabriel y Juan Curuchet, a Luis Occhi, Juan Merlos, Juan Alves, campeones. Sin olvidar Italia, a Fausto Coppi y Gino Bartali.
La selección nacional dirigida por Guillermo Stábile, desde 1941. En el´55 Sudamericano de Chile, Musimessi, Dellacha, Federico Vairo, Lombardo, Balay también Mouriño, Ernesto Gutiérrez, Micheli, Cecconato, Borello, Labruna y Ernesto Cuchiaroni. Equipazo campeón.
Los coleccionistas también tienen lo suyo. Sin el dinero ganado por los hermanos Panini. El periodista amante de la música, el fútbol y las figuritas Luis Digiano, extensa y lúcida trayectoria tuvo una página de reconocimiento no hace mucho en el diario «Clarín».
Hincha de Temperley, futbolero, amigo de la mayoría de los músicos nacionales, Luisito como se lo conoce hizo el recorrido de su propia historia como coleccionista. «Veo todo» dice. «No dejo ni a Deportivo Riestra ni a Sacachispas», añade.
Digiano tiene 68 años. Vive el Mundial de Qatar con la misma pasión que Suecia 58. En su memoria aparece «las difíciles». En el Mundial´74 el seleccionado de Zaire tuvo una figurita «imposible»: el africano Albert Mwanza Mukombo, nacido en el Congo belga.
Algo que reconoció en la misma entrevista otro notable coleccionista de este tiempo, el vendedor de libros y revistas antiguas, Rafael Bitrán, que a los 58 años lleva casi 40 en la vocación de juntar figuritas. «En mí caso, la más difícil el húngaro Laszlo Fazekas», dijo.
Las «figu» de la colección «Starosta» impactaron en los años dorados. Norberto «Tucho» Méndez, uno de los símbolos de la época. Los apellidos difíciles en Rosario Central de los hermanos Juan y Federico Vairo. El recuerdo para Apicciafuocco y L´Episcopo. 1954.
No había llegado el hombre a la Luna. Tampoco la perrita Laika ingresaba al Espacio. En La Ciudad Feliz la televisión recién se conoció como Canal 8 en diciembre del 60. Se jugaba a la pelota en la calle. En los barrios pasaba un auto cada veinte minutos.
Nadie podrá afirmar si éramos más o no tanto, felices. Hoy la violencia ocupa casi todo. La vida está cada vez más lejos de los tiempos del buen trato. El reconocimiento entre vecinos. Los entretenimientos sencillos. A veces dá ganas de jugar con ellas, las figuritas aquellas.
Ah … Santiago Derqui, segundo Presidente de la Nación en la Argentina. Principios del siglo XIX. Gracias a la colección del álbum «Sport»…
(*) Columnista de La Señal Medios. Libre Expresión. Mundo Amateur y Agencia Nacional y Popular.