Setiembre 1961: Antonio Abertondo.

Sep 25, 2021 | Deportistas en el Recuerdo, Últimas Noticias

Cruza a nado el Canal de la Mancha y se lo dedica a Perón.

Nació en 1918 en Beccar. Antonio Abertondo fue un nadador especialista en pruebas de gran aliento. Cruzó cinco veces el Canal de La Mancha desde 1950, proeza que también realizarían otros argentinos como Enriqueta Duarte (1951), Patricio Oscar Dóttavio (1998), Luis Alberto Marceca (2001) y la nadadora María Inés Mato (1997). Matthew Web, fue el primero que cruzó el Canal de la Mancha en 1875.

El 25 de septiembre de 1950 Abertondo también batió el récord en el cruce del Estrecho de Gibraltar, que une Europa con África, empleando 7 horas 42 minutos.

Esta prueba está considerada como una de las más difíciles, debido a las numerosas corrientes ocasionadas por la unión de dos mares. La primera mujer que consiguió atravesar el estrecho fue la británica Mercedes Gleitze que el 5 de abril de 1928 (Jueves Santo), nadó durante trece horas y diez minutos, llegando a la costa africana a la altura de Punta Cruces. Habrían de pasar 20 años para que el peruano Daniel Carpio consiguiera reducir la marca a 9 horas y 20 minutos, el 27 de julio de 1948 (y luego cruzarlo cuatro veces más).

Dos meses después, el 21 de septiembre, aniversario de la toma de Tarifa y festividad de San Mateo, el español Eduardo Villanueva, lograba llegar a Cabo Hornos, invirtiendo un tiempo de 12 horas y 13 minutos.

José A. Cortina alcanzaba la costa africana, en el sitio conocido como Ensenada Alzana, en 10 horas y 45 minutos, al año exacto de cumplirse el cruce realizado por Villanueva.

En 1950 hubo dos nadadores argentinos que cruzaron el Estrecho: Abertondo y Jorge Sugden, que el 25 de septiembre y el 29 de octubre, invirtieron 7 horas 42 minutos y 6 horas 58 minutos para llegar a Punta Bergantín y Benzú, respectivamente. Este cruce también lo realizaría el, 17 de junio de 1974, el argentino Alfredo Camarero  empleando 5 horas 35 minutos para llegar a Galera.

Abertondo fue un peronista que nunca renegó de su ideología, lo que le costó estar preso casi un año, en el penal de Magdalena, por el “infame delito” de nadar con el nombre del general Perón inscripto en su gorra, incumpliendo el decreto 4161/56.

En 1957 se lanzó, luego de 12 veces de intentarlo, a unir Rosario, (Santa Fe) con Puerto Nuevo (Buenos Aires), teniendo como competidores a Pedro Candiotti (“el tiburón de Quillá”), que había logrado en 1946 en un tiempo de 75 horas 18 minutos llegar hasta la cancha de River Plate pero que en esta oportunidad abandonó nuevamente en ese lugar y al correntino Pedro “Mojarrita” Agüero, dos de los grandes nadadores de aguas abiertas de la época. Abertondo es el único en llegar a Puerto Nuevo, superando a las corrientes del río, que desde la cancha de “los millonarios”, tiraba para atrás a los nadadores.

Comiendo uvas chinche y ravioles, Antonio nadó con un braceo tranquilo por el Paraná, que pese a la inundación del verano estaba tan calmo como una pileta. Con gente colgada en la barranca y sintiéndose ya “la tapa de El Gráfico” (el máximo orgullo para un deportista amateur de la época), el 19 de marzo cumplió con éxito su cometido, para ofrecerle su triunfo “al General” (cosa prohibida en esa época) que se encontraba en el exilio. Esta hazaña la consiguió en un tiempo de 80 horas 48 minutos, pero su máxima alegría fue recibir el abrazo de su amigo, el actor Luis Sandrini, que había estado alentándolo desde la ribera.

Otra hazaña de Abertondo fue la de lograr el récord mundial con 105 horas de permanencia en el agua, batiendo el tiempo del paraguayo Gilberto Ruiz. Durante las cuatro noches en las aguas del Río de La Plata en la Ciudad de Buenos Aires, el nadador era alentado desde la Costanera por una multitud de personas y conjuntos folklóricos que realizaban peñas, para que el sueño no lo abatiera.

Cada regreso a cualquier provincia, luego de una hazaña en algún lugar del mundo, se convertía en el acontecimiento del año, con multitudes nunca vistas esperándolo para saludarlo en la Plaza, cuando aparecía en los balcones de la Casa de Gobierno. Por eso un gobernador para ayudarlo en el viaje de su máxima proeza, sacó la plata directamente del Casino provincial, acción prohibida por la administración gubernamental.

El “gordo” Abertondo cumplió el 20 y 21 de septiembre de 1961, la proeza inédita de cruzar ida y vuelta el Canal de La Mancha (44 millas). La primera etapa (Dover – Wissant) la realizó en un tiempo de 18 h. 50’ y el retorno a tierra inglesa, tras descansar 4 minutos (lo permitido), le insumió 24 horas 15 minutos, nadando un total de 43 horas 5 minutos. Los autos alineados en la costa rocosa con sus faros prendidos alumbraban la playa donde el “Gordo”, trastabillando, dio los cuatro pasos reglamentarios. Los fotógrafos no podían bajar, así que la única foto con la cara casi desfigurada por la sal del agua, la sacó un fiscal de la prueba. Al otro día, este fiscal logró venderla en 5 mil dólares, para la tapa del diario “Daily Telegraph”.

A los pocos días, el 8 de octubre de 1961, en la casa de la calle José Arce Nº 12, de un barrio residencial muy cerca de Madrid, nueva vivienda del General Perón, donde se festejaba su cumpleaños y mientras charlaban de corrientes marinas, de marcas de café, de tabacos cubanos y costas con rocas, con los famosos “perrito caniches” mordiendo los pantalones de los presentes, se produjo el siguiente diálogo entre el homenajeado y el nadador:

Abertondo (que había tomado algo de vino) se anima y le pregunta a Perón:

-¿Y el regreso, general?

No hay que apurarse, Antonio”. El General levantó el perro y le acarició el lomo mientras le expresaba a su amigo nadador: “En política nunca hay que apurarse”.

– Pero los muchachos esperan, General. – repitió el “Gordo”.

“Diez años, Antonio, por lo menos diez años, hay que esperar”.

-¿Tanto General, tanto?

Perón regresó a la Argentina el 17 de noviembre de 1972. Habían transcurrido 11 años y un mes de aquella charla…

En 1964 la Federación Internacional de Natación Amateur (FINA),  incluyó a Abertondo, junto a Abou Heif, Greta Anderson, Soplador De Tom, Judy De Nijs y Guillermo Wrigley, en el Salón de la Fama de Marathón Acuática.

Con la vuelta del peronismo al Gobierno Nacional, Abertondo fue el impulsor de la Prueba de Aguas Abiertas, entre la ciudad de Rosario y Buenos Aires, que se realizó en el año 1973 y que fueganada por Claudio Plit. Esta fue una carrera muy accidentada debido a la situación política que se atravesaba entre los gremialistas (organizadores de la prueba) y la juventud peronista que los acusaba de burócratas, quienes en distintos lugares interrumpieron varias veces la competencia.

En el año 1976 la banda de rock  “Invicible”, compuesta por Luis Alberto Spinetta (ex Almendra), Carlos Alberto “Machi” Rufino, Héctor “Pomo” Lorenzo y Tomás “Tommy” Gubitsch presentaron el disco “El jardín de los presentes”, entre los que se encontraba una canción interpretada por “Pomo”, denominada “200 años”, en homenaje a Abertondo.

“Falleció en la ciudad de Buenos Aires el 6 de Julio de 1976 de un paro cardiaco, aunque estaba enfermo de cáncer de pulmón desde algún tiempo atrás, justamente él que nunca había fumado un cigarrillo y su estado atlético había superado todas las pruebas más exigentes. Es increíble pero a pesar de sus hazañas, algunas nunca repetidas por nadie, como el doble cruce del Canal de la Mancha sin descanso, hay muy escasa información de su vida” señala apesumbrado y con bronca Osvaldo Arsenio.

En 1980, la “empresa de fotos” KONEK”, con motivo del IV Centenario de la Ciudad de Buenos Aires (auspiciado por el Intendente de la Dictadura Militar, Brigadier Osvaldo Cacciatore, por el Decreto 4442/80), con el apoyo del Círculo de Periodistas Deportivos, decidió premiar a los cinco mejores deportistas por actividad, de la historia nacional.

Por supuesto el “peronista” nadador Abertondo, no estuvo entre esos cinco, pero tampoco figuró ni una línea, en el “ostentoso por su nombre”, “Libro de oro del deporte argentino”, editado para este acontecimiento. Pero el “Gordo” ya había sido distinguido por los especialistas internacionales y la memoria de su Pueblo. La pileta del polideportivo de San Isidro hoy lleva su nombre.

Fuente: Libro “Historia Política del Deporte Argentino” de Víctor F. Lupo

Editorial Corregidor (2004)

Capítulo LI – Página 366

Setiembre 2021.

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