Por: José Luis Ponsico (*)
Pasaron 60 años pero los archivos no mueren. En el 59 Ferro arrancó mal. En las primeras seis fechas no ganó un solo partido. San Lorenzo en Boedo lo puso casi «nocaut». El equipo «azulgrana» en su gran campaña, goleando a casi todos.
Aunque hubo momentos de buen juego en el derrotado. Así, evocó un sobreviviente no hace mucho: Antonio Garabal, 85, gloria «verdolaga». Ganó San Lorenzo bajo la lluvia 5 a 3. Ferro al cabo estaba «groggy». Pero la dió vuelta.
Con llegada a Primera de Silvio Marzolini, recuperación de Arnaldo «Palito» Balay, dos operaciones de rodilla luego de su ciclo siendo «5» «crack» en Racing, todo cambió.
El legendario Ángel Perucca, «5» de la selección en el 45, quién puso a Marzolini en Primera, fines de mayo del 59. Un hallazgo.
Dos memorables testimonios de Dante Panzeri sobre la clase de futbolista del entrañable «crack» «xeneize».
El primero tiene algo más de 60 años. Cuando el periodista luego director de «El Gráfico» «descubrió» en Ferro. Cuando Marzolini con 18 años lo deslumbró.
«El rubio de Ferro se divierte en la cancha. Debe estar en la selección«, escribió Panzeri en «El Gráfico», noviembre del 59.
Otro hallazgo, periodístico del ácido periodista, temido por entonces. «El pibe de Ferro debería ir a la selección. Tiene clase y juega como un veterano», señaló.
El gran equipo «azulgrana» ganó el torneo casi de punta a punta en el 59, capitaneado por el goleador implacable, «Nene» José Francisco Sanfilippo, asistido por Omar Higinio García, joven «crack» ex Tigre, hizo cinco goles al «verdolaga».
Igual, Ferro no se fue tan amargado esa tarde de lluvia. «Veníamos muy mal. En mayo recién entre (Ángel) Perucca y José («Pepe» Scalise que quedó como DT primero interino, luego titular) se armó el equipo.
«Considerado el mejor Ferro de todos los tiempos», comentó otra gloria, Antonio Garabal, 85 años, sobreviviente del 59, hace dos años en su departamento de Caballito, calle Bogotá al 700 a cinco cuadras de la catedral «verdolaga».
Garabal evocó la inspiración de Perucca, «Portón de América» en el 45, «5» legendario de Ñuls y San Lorenzo, gran figura en el Sudamericano del Chile, de corto pasó por Ferro. «Ángel lo puso en Primera a Silvio», dijo Antonio.
Curiosamente con llegada de Marzolini, 18 años, a la Primera, la recuperación de Arnaldo Balay, luego de dos operaciones de rodilla, aparición del uruguayo Julio Acosta, 9 movedizo, Ferro se prendió. «Estuvimos 17 fechas sin perder», añadió.
«Además la firmeza del «Tano» (Ángel) De Vita de «6», buen juego de Rubén Berón y especialmente el «Flaco» Dante Lugo, estratega, -siguió Antonio- Ferro creció», dijo
«Sin olvidar al «Tano» Antonio Roma y Alberto Mogaburu ambos con 26 años, figuras en la defensa. El silencioso misionero Juan Andrés Ríos, «4» de buena marca, que había llegado en el 56 y se afirmó, completó aquél equipo inolvidable», para Garabal
Panzeri en nota recordada, puso a Marzolini en plano no muy común en las severas críticas de su periodismo incisivo. Ese año Dante estaba admirado por la habilidad del marplatense «Pierino» (Herminio) González, múltiple delantero de Boca.
«El pibe de Ferro, rubio Silvio Marzolini, se divierte en la cancha. Con 18 años brindó cátedra de marcador de punta izquierdo. Con 1.83, estatura, piernas largas, sale jugando siempre. Es inteligente para marcar. Anticipa y juega», escribió
«Hasta tuvo el instinto en un par de cruces. Tapó un zurdazo del goleador José Sanfilippo que no estando en una buena tarde, «tapado» por Arnaldo Balay, metió dos tiros en los palos de Antonio Roma», agregó el periodista
«La inteligencia, la habilidad, el criterio, la lucidez de un buen futbolista, todo eso no se aprende. Se trae desde la cuna, el potrero, la viveza, la valentía. El instinto. Todo lo que trae el pibe de oro», explicó Panzeri. En «El Gráfico»
La otra data de la revista «Así» donde recaló el crítico contratado por otro legendario protagonista de los 60: el empresario Héctor Ricardo García, dueño de «Crónica» y principal accionista de Canal 11.
Panzeri´71 hacía virtual micro «El Mordisquito» de Enrique Santos Discépolo, versión 1949. Antes del clásico, primavera del 68, torneo Metropolitano. Boca tras salida de Adolfo Pedernera tuvo cortos ciclos de Alcides Silveira y José D´Amico
Alberto J. Armando mandó a buscar -nada menos- a Alfredo Di Stéfano. en el clásico con River en La Bombonera, gran partido de Ángel Clemente Rojas, Boca ganó 3 a 1
El «millonario» con fallas defensivas extrañamente en Juan Carlos Guzmán y el uruguayo Roberto Matosas. River soportó rotura de meniscos de Ermindo Onega, cerebro del equipo, al promediar.
Silvio Marzolini mediocampista, extraño número «11» en su camiseta. En una posición indefinida. Panzeri lo describió como «un paisajista» en el medio. Escasa participación. El inefable Dante escribió: «Si lo siguen ubicando como 11 mentiroso lo van a arruinar».
El periodistas explicó que «Marzolini toma vuelo cuando encuentro el callejón en los momentos que Gonzalito va cerca de (Ubaldo) Rattin. Si anda paisajeando por el medio como un pájaro errático, no peso. No trasciende», explicó
A 60 años de la primera y medio siglo de la otra. Siempre Silvio Marzolini protagonista. Como todo «crack» de leyenda. Panzeri lo pidió para la selección en el 59. Al año le hicieron caso. Llegaron varios pibes en sudamericano «Extra» en Costa Rica.
Néstor Errea, Ermindo Onega, Antonio Roma había estado, suplente de Rogelio Domínguez, Sudamericano de Lima´57; el lateral Carlos Arredondo, Timoteo Griguol y el rubio de oro, Silvio Marzolini.
«El que se divierte jugando ante 40 mil personas» en la impronta del 59
Será Justicia
(*) Columnista de La Señal Medios. Libre Expresión y Mundo Amateur