Por Elsa Aurora Nieto
“Siempre me sentí muy observado; el que faltaba al colegio porque viajaba…y al final te quedás con los afectos que siempre están. Uno a veces cree estar mejor preparado para esto. Se valora demasiado el éxito” Me expresaba el GM de Ajedrez Pablo Zarnicki durante la entrevista.
Dista ya lejos del joven de pelo largo que todos conocimos en los ’90, aún así, sus actuales 48 años refleja perfectamente quien fue: siguen intactas las ansias y las inquietudes de búsqueda.
EAN: ¿Quién te impulsó o inspiró inicialmente a jugar ajedrez?
PZ: “Mi padre jugaba como aficionado. Yo nací en 1972, era la época de Bobby Fischer que inspiró a mucha gente a jugar. Fischer vino a nuestro país en 1971 para jugar contra Tigran Petrossian en el Teatro San Martín. Supongo, que estuvo influenciado por eso ya que en sus tiempos libres de trabajo en la mueblería aprovechaban todos para jugar al ajedrez.
Fue él quien me enseñó los movimientos a los cuatro años. También tengo el recuerdo de empezar de niño a jugar seguido con adultos en la Plaza Almagro que quedaba muy cerca de casa. Después, se dio que me gustó mucho. Empecé a asistir al Club Torre Blanca, a jugar con reloj (siempre con gente más grande). Se sumó mi fanatismo por los torneos y la participación en los intercolegiales.
Hace unos años, encontré una revista con partidas de ajedrez marcadas con una cruz, evidentemente de chico las leía y estudiaba. Pero tener conciencia de tomar clases con un profesor y ser algo más que un juego fue a partir de los doce años; aunque siempre fui de estudiar solo o con un amigo del mismo nivel.”
EAN: Hablando con la visión de quien vivió los cambios en el ajedrez ¿cómo fue esa evolución?
PZ: “En la evolución del ajedrez recordemos que al principio no existía el reloj. Luego, con el reloj y el ritmo de juego, los tiempos se fueron acortando y empezaron a ser populares las partidas rápidas. Entonces, hoy está el Campeón Mundial de Ajedrez Clásico y también el Campeón Mundial de Partidas Rápidas, que actualmente es el mismo: Magnus Carlsen.
Pero el gran cambio fue el tecnológico que se produjo con la llegada de la computación con programas de ajedrez como base de datos para estudiar (el gran cambio en la forma de estudio) y después la computadora que juega ajedrez y que supera al hombre. Son dos cambios distintos.
Antes, ibas a Europa con todos los libros que pudieras cargar para estudiar. Cuando llega la computadora empieza a venderse un programa de ajedrez con toda la información en un archivo y solamente era necesario viajar con una notebook, facilitando incluso la velocidad en el aprendizaje. Esto hizo que muchos aprendiéramos más rápido.
Lo otro, cuando entra la computadora a competir, al principio era muy mala hasta que llega el match con Kasparov (recordemos la ‘batalla’ de Garry Kasparov contra Deep Blue la creación de IBM). Con los años, fue claramente la computadora superando al hombre llegando a no impulsarse más estos encuentros porque es un absurdo.”
EAN: Y esta evolución ¿de qué manera forma hoy a los jóvenes?
PZ: “Los jóvenes ajedrecistas son más prácticos, emparejando mucho el ajedrez. Todos tienen al alcance los mismos programas. Ahí está el mérito de Carlsen: ¿por qué les gana a todos si todos tienen lo mismo? Porque es mejor. Yo creo que es el mejor de la historia. Y, si no lo es, debería entrar en esa discusión, porque está jugando con todos los que pueden estar a su nivel.
Eso ‘distinto’ que está en él es la interpretación que no te da la computadora. Entender lo que pasa y en qué momento arriesgarse. Además, Carlsen es quien sigue jugando más clásico y de los pocos que en la actualidad estudió a todos los clásicos.”
EAN: Recuerdo un tiempo en que se puso a discusión si el ajedrez era un juego o un deporte…
PZ: “Suelo decir que es una mezcla de deporte, juego, arte y ciencia.
Juego, no cabe duda porque te sentás a jugar; deporte por la organización (Federación Municipal, Barrial, Internacional, etc); ciencia por el análisis mental; y arte porque el jugador -consciente o no- se expresa en el tablero, necesita recurrir a sus emociones para estar sentado cuatro horas, diez días que dura un torneo y allí expresa su forma de ser.
Viendo una partida del jugador se descifra la personalidad en su estilo de juego, por coincidencia o por oposición: si soy muy suelto en la vida, no cuido mucho mis piezas, las sacrifico. O alguien tímido puede resultar un jugador de constante ataque.
Para mí el ajedrez tiene una parte estética que me llega profundamente, hay posiciones en el tablero que me impresionan. Y lo vivo como un hecho artístico.”
EAN: ¿Hubo algún ajedrecista que te impresionó más que otros?
PZ: “Son más o menos los mismos nombres que nos gustan a todos. Quizás por estilo me gusta Karpov, porque yo soy más posicional.
Sí me quedo con el mejor duelo de la historia del ajedrez: Karpov-Kasparov que dominaron el ajedrez durante quince años, siendo en paralelo en el tenis Federer-Nadal.
Fischer no tuvo semejante contrincante y Carlsen tampoco lo tiene para igualarlos a ellos en este sentido.”
EAN: ¿Se puede hablar en ajedrez de estilo oriental y occidental?
PZ: “Yo creo que sí, porque en la teoría que tengo el ajedrez refleja la personalidad.
Los rusos eran, por su historia, más perseverantes, tenaces y de esperar. El americano no tenía una escuela y de repente aparece un Fischer. Los chinos, salen a ‘noquear’ de entrada, son muy agresivos. El argentino sin ser conservador es más posicional, aunque en los últimos tiempos empiezan a ser más agresivos.
Recuerdo cuando participaba en la Olimpíadas, había países que me molestaban más que otros (no jugadores, países), sí, hay una conexión fuerte con la idiosincrasia.”
EAN: El año pasado volviste a la competencia en un Mundial…
PZ: “Hace muchos años decidí dejar de jugar al ajedrez pensado y hace unos pocos volví solamente en torneos rápidos, más allá que a diario veo partidas.
En el 2019 viajé al Mundial de Rusia ya que estaba trabajando en la FIDE y también pude participar. Fue una sensación muy linda volver a jugar en semirápidas y rápidas. Y cruzarme con los otros números 1 de mi generación, reconocernos mutuamente fue hermoso. Después llegó la pandemia…”
EAN: Primera Plana es una revista cultural internacional, igualmente quisiera que nos expliques cómo está Argentina a nivel organizativo.
PZ: “Para mí tiene un problema histórico, falta de organización en el deporte amateur. Cuando trabajé en la Secretaría de Deportes, siendo deportista, todos me hablaban mal de sus dirigentes. Hay cierta ignorancia en no considerar al deporte como inversión y negocio. Esto pasa cuando se tiene una mirada cortoplacista y no hay un órgano que controle.
Puntualmente en el ajedrez -en el que me incluyo como protagonista-, no han sabido organizarse en sus diferentes niveles, siendo un caos que termina en el azar. Por ejemplo: Alan Pichot es Campeón Mundial en una Federación de Ajedrez desorganizada.
Si tuviéramos una política deportiva más inteligente, con más recursos y dirigentes aptos, con vocación, en el que pudieran votar los ajedrecistas y no solamente los presidentes de clubes… habría mayores oportunidades y logros.”
EAN: Cuando cubrí las distintas ediciones de la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, siempre ví un espacio donde se realizaban partidas de ajedrez, y sentía que aquello era movilizador. Este año, y durante la pandemia donde todo se interrumpió, llegó el boom de la serie “Gambito de Dama” con una protagonista mujer.
PZ: “Cuando sucede el boom de la serie (creo que ni Netflix pensó tal éxito) ciertamente fue bueno para el ajedrez y el acercamiento de la mujer a este deporte. En el año 2017 tuve que hacerme cargo del ajedrez y hubo que poner cupo femenino porque prácticamente era inexistente su participación en los torneos. Argentina tiene mucha tradición en ajedrez y cuando se visibiliza la gente responde.
En cuanto a la serie en sí, más allá de ciertas críticas hacia las adicciones que muestra; tiene un gran acierto al final: la vida solitaria para competir. Así fue cuando gané el Campeonato Mundial en Rusia, solo. Y así es con todos.”
Pablo Zarnicki, Gran Maestro en Ajedrez, fue también gran jugador de póker, militante político, funcionario en políticas deportivas, escritor de su biografía deportiva ‘Viaje a través del tablero’ y es también, colega periodista.
Concluí la entrevista con su querer hacer:
“Yo en la vida soy muy práctico y así como dije ‘voy a vivir 70 años’, 20 jugué al ajedrez y 10 al póker, ahora quiero hacer 10 años de radio.
Tener siempre la amplitud de hacer varias cosas.”
Dios te dé larga vida para realizar muchas más.
Fuente: Primera Plana – España
31 diciembre 2020