La delegación argentina completó su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno en PyeongChang (Corea del Sur) con una actuación acorde a las expectativas. Los mejores: Matías Schmitt (snowboard) y Verónica Ravenna (luge). Lo peor: la lesión sufrida por el abanderado Sebastiano Gastaldi.
Los siete representantes nacionales cumplieron con lo previsto en Corea del Sur.
Argentina llegó a los Juegos Olímpicos de PyeongChang con una delegación de siete representantes, la misma cantidad que en las dos citas previas (Vancouver 2010 y Sochi 2014) con algo de fortuna: tres plazas se consiguieron por bajas de los representantes clasificados inicialmente.
La actividad para los argentinos comenzó el mismísimo primer día oficial de competencias, el sábado 10 de febrero. Matías Schmitt –quien había ingresado a la lista de 40 competidores cuatro días antes por dos bajas de clasificados- quedó en la 24ª posición en la prueba de Slopestyle, una interesante superación. El barilochense de 26 años quedaría 30º en Big Air el miércoles 21, irónicamente bajándole el telón a la actividad argenta en Corea del Sur.
La siguiente en ver acción fue otra que ingresó por renuncias ajenas: Verónica Ravenna (porteña radicada en Canadá) aprovechó nueve deserciones en el listado global de luge femenino para poder tener su segunda experiencia olímpica en dos años –compitió en los Juegos de la Juventud de Lillehammer 2016 en donde consiguió diplomas tras quedar séptima– terminó en la 24ª ubicación tras completar tres bajadas entre el lunes 12 y el martes 13, mejorando su preclasificación.
El viento obligó a generar cambios en el programa de ski alpino por lo que recién el jueves 15, Nicol Gastaldi pudo completar sus dos bajadas en el slalom gigante para finalizar 42ª entre 79 participantes, un rendimiento esperable a sus antecedentes, mejorando el 48º lugar en los JJ.OO. de Vancouver 2010. Un día más tarde, la nacida en Piove di Sacco (Italia) no pudo completar la manga inicial del slalom y quedó eliminada, tal como le había ocurrido ocho años antes en nieves canadienses.
Aquel jueves 15 hubo otros dos argentinos en acción: el snowboarder neuquino Steven Williams –otro que había quedado como segundo suplente en la lista de snowcross y quedó entre los 40 participantes por deserciones ajenas–, cerró 34º la clasificación; luego quedó quinto en el repechaje y logró pasar a octavos de final, instancia en la que se ubicó cuarto en su eliminatoria, para cerrar en el 30º escalón, mejorando diez lugares su preclasificación. Y en esquí nórdico, la barilochense María Cecilia Domínguez fue 87ª entre las 90 fondistas que disputaron los 10 kilómetros de cross country. Sólo 24 horas después, el fueguino Matías Zuloaga fue 100º entre 119 en los 15 kilómetros masculinos.
Sebastiano Gastaldi, quien fuera abanderado en la ceremonia de apertura, el viernes 9, vivió un duro momento en PyeongChang. En la primera eliminatoria del slalom gigante, el domingo 18, sufrió una caída que no sólo lo eliminó de competencia –tal como le había sucedido en Sochi 2014- sino que le produjo una rotura de ligamentos en la rodilla derecha. Por eso, el nacido en Piove di Sacco (Italia) no pudo tomar parte de la otra prueba para la que estaba inscripto, el slalom.
Como balance con vistas al futuro queda el estímulo de saber que el mantenimiento de las siete plazas le permitirá al deporte invernal argentino seguir percibiendo idéntico número de las becas de Solidaridad Olímpica que otorga el Comité Olímpico Internacional a deportistas de nuestro país para sustentar su preparación en los últimos 20 meses previos a los próximos JJ.OO. a celebrarse en Beijing (China) en 2022.
ERNESTO RODRÍGUEZ III
@EPHECTO
Fuente: Olímpicos Argentinos
22 febrero de 2018
https://olimpicosargentinos.com.ar/2018/02/22/mision-cumplida-2/amp/?__twitter_impression=true