“En la última jugada del histórico partido ganado por 54-53 a los norteamericanos, en los Juegos Panamericanos de 1955 en México cuando a Roberto Viau le cometieron foul, se apoyó en una cortina mía” me contó orgulloso, mi amigo el “Yuco” Felipe Fernández, tomando un café en el bar de la calle Santa Fe y 25 de Mayo, en el año 2000, cuando aún ni pensaba escribir este libro. Y para aseverar esta opinión le pidió al mozo (que lo tenía guardado como un tesoro) un diario mexicano de la época en donde destacaba la actuación en el equipo argentino de este “joven” tucumano.
Felipe Fernández nació el 9 de julio de 1933 (la misma fecha que otra tucumana ilustre, la cantante Mercedes Sosa) y vivió desde chico en la calle Italia 600, justo frente a la estación ferroviaria “Muñecas”, del tren que unía El Bajo con la ciudad de Tafí Viejo.
Nora, su única hermana, menor que él, (una docente reconocida) no podía pronunciar “Felipe” cuando lo llamaba y le salía “Yuco”, de allí le quedó como apodo para siempre.
“El padre del ‘Yuco’, don Felipe Fernández, tenía su librería en avenida Juan B. Justo 939 (Villa 9 de Julio), que atendía junto a su esposa Nieves. Era de los libreros de aquella época, que no sólo vendían libros sino un gran lector que depositaba sus conocimientos en los más jóvenes.
Entre ese local y mi casa particular (Juan B. Justo 943), en la populosa barriada de Villa Nueve de Julio, estaba ubicado nuestro “segundo hogar”: el club Redes Argentinas. Allí empezó desde muy chico Felipe, mientras esperaba que sus padres cierren el negocio, a conocer todos los secretos de este hermoso deporte.
El “Yuco” recuerda a su padre “Don Felipe” con enorme cariño. “Me dio las pautas justas para no creérmela. El fue -señala- quien me llevó a Redes Argentinas donde aprendí los fundamentos de este deporte. Pero yo me inicié jugando en los cadetes de Tucumán BB (donde había llegado por invitación de compañeros del colegio) y tuve un paso fugaz por el club All Boys en la segunda división, porque al pasar de un club a otro había que actuar dos años en esa división. Recuerdo que había más gente viendo esa división que a la primera porque el Club nos había llevado a Valentín Díaz y a mi, que estábamos ya en la selección tucumana”.
Tenía un carácter muy fuerte, era educado, perfeccionista y serio. Y esto es lo que lo hizo pasar de Tucumán BB , estando aún en las inferiores, a All Boys, donde solo jugo en la segunda división y regresó a su amado Redes Argentinas.
La Gloria con Redes
Aunque era consagrado como jugador internacionalmente, le faltaba lograr un título con un equipo en la provincia. En 1957, fue operado de los ligamentos y meniscos en su rodilla derecha, por lo que pasa un tiempo fuera de las canchas. Su regreso es directamente en la selección nacional para jugar el Sudamericano en Santiago de Chile. Y de allí directamente a su segunda casa, los ‘Eléctricos’ de Redes Argentinas.
“Redes en 1958, marchaba último en el torneo, a tres puntos del penúltimo y faltaban 8 fechas para que todo concluyera. En el receso de Carnaval aproveché para conversar con los más jóvenes del plantel. Hablé duro, sobre disciplina, tácticas y además sobre la responsabilidad. Héctor “Gordo” Pertot, José Bechara, Felipe Palazzo y Juan “Chita” Herrera que me miraban muy serio y entonces advertí que ellos enfrentarían el desafío que les proponía. Se trabajó mañana, tarde y noche. Al reiniciarse el torneo ganamos los ocho partidos. Después con ese plantel de jóvenes fuimos dos años consecutivos campeones tucumanos” cuenta con orgullo este ídolo tucumano.
Para el Campeonato Anual de 1959 de la Asociación Tucumana, Redes se conformó un equipo de todos jóvenes más el “Yuco”. Felipe Fernández, que a su vez hacía de entrenador, el “Gordo” Héctor Pertot, José Bechara, Felipe Palazzo y Juan “Chita” Herrera como quinteto inicial, más Alberto Bechara, Jorge Ceballos, Luis “Tulli” Luna, Ángel Cruz; Eduardo Bórquez; Armando Paz; Luis Fernández y Gustavo Wiemer, quienes llevaron a los eléctricos a la gloria. Hacían de entrenadores en el banco, Saúl Lischinski y el profesor Andrés Bazán que era en realidad su preparador físico.
Redes Argentinas fue campeón en 1959 y 1960, jugando todos sus partidos a cancha llena. Todo el mundo, sin distinción de colores, pugnaba por una entrada (que era difícil de conseguir…) porque quería ver a ese equipo que había incorporado a su juego el jump-shot, la doble cortina y la trenza, facetas hasta ese momento desconocidas en Tucumán.
“Recuerdo mis siestas tucumanas, con 40 a 45 grados de calor, alcanzándole la pelota al ‘Yuco’, que a su vez la alargaba al ‘Gordo’ Pertot haciéndole ensayar sus famosos ganchos, que luego en la Argentina lo conocieran con el apodo ‘El Gancho de América’. Llegamos a contarle ¡400 ganchos! seguidos tirando sin parar…”,cuenta Gustavo “Zurdo” Tapie, que por aquellos años jugaba en infantiles de Redes.
Felipe era un ‘jugador todoterreno’ para el básquet local. Era inteligente con un tiro mortífero. Se desempeñaba como ayuda base, pero por su habilidad se amañaba para ser también cuatro y, a veces, jugar de pivote. Era un marcador único y un tiempista que se daba el lujo de poner tapas a hombres mucho más altos que él.
“En la cancha a veces me convertía en un tirano. No aceptaba que mis compañeros se ‘fueran’ del partido”, solía decir. Como armador o base, se hizo fuerte su visión del juego estructurado, denso. “Pienso que fui un innovador -señala-. Y para eso lo colectivo tenía que prevalecer sobre lo individual. Así logramos las hazañas del Redes campeón”.
Su relación inestable con la selección tucumana
La relación de Fernández con la selección provincial (al revés del Tompy Díaz) fue siempre problemática por el carácter del Yuco y las desorganizaciones dirigenciales.
Tenía solo 15 años cuando lo citan a integrar sus filas en 1948, para viajar al Campeonato Argentino de La Rioja, pero la rotunda negativa de sus padres para faltar al colegio por dos semanas, frustran su primera participación. Pero ese mismo año ya viste la “celeste” tucumana en varios partidos interprovinciales. En 1955, cuando Tucumán logra su primer Campeonato Argentino como local, el mejor jugador de toda la historia, el “Yuco Fernández”, no integró el plantel por una fuerte discusión con el técnico Miguel Lazarte por cuestiones técnicas.
La selección Nacional
Después de logrado el título de campeón del mundo el 3 de noviembre 1950, a los cuatro meses, la Selección Nacional de Argentina logró la medalla de plata en los primeros Juegos Deportivos Panamericanos realizados en Buenos Aires 1951, luego alcanzó las semifinales en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, logrando un cuarto puesto y en 1953 el Titulo olímpico universitario en Alemania, todo bajo la dirección técnica del profesor Jorge Hugo Canavesi.
A partir de ahí se dejó llevar por un “aislacionismo deportivo”, algunos dicen que por presión del gobierno peronista, otros por problemas dirigenciales, por lo que no participó en el Campeonato Sudamericano efectuado en Montevideo en 1953 (lo ganó Uruguay) y en el segundo Campeonato Mundial que tuvo lugar en Río de Janeiro en 1954.
Es decir que no pudimos defender el título. “Nosotros estábamos preparados, veníamos de ser semifinalistas olímpicos, pero…”, le contó uno de sus integrantes, el capitán Ricardo “Negro” González al periodista Osvaldo Orcasitas (ORO).
Reapareció en la competencia internacional para marzo de 1955. Fue durante los “Segundos Juegos Panamericanos” que se organizaron en México D. F. Sólo cinco campeones mundiales de 1950 estuvieron en ese plantel de 14 básquetbolistas: Oscar Furlong, Ricardo González, Alberto López, Juan Carlos Uder y Roberto Viau.
La dirección técnica estuvo a cargo de una dupla: Casimiro José González Trilla y Francisco del Río) y el recambio de jugadores registró estos nombres: Juan Barea, Horacio Colombo, Felipe Fernández (tucumano), Juan Gazsó, Genaro Lezcano, Adolfo Lubnicki, Rubén Pagliari, Edgar Parizzia y Orlando Peralta.
Logra ser Subcampeón en marzo de 1955, luego de empatar el primer puesto y quedar relegado por EE.UU., en un polémico sistema de desempate (un dictamen político, único en el mundo, según el periodista López de la revista Rebote).
Argentina le había ganado a Estados Unidos por 54 a 53 en el estadio de la Ciudad Universitaria. Luego perdió frente a Brasil, llegando a la final del torneo con un triple empate en el primer puesto.
Los norteamericanos, que se habían quedado con la sangre en el ojo por la derrota, reforzados por dos jugadores de la Liga Universitaria invitaron a Argentina a jugar en la ciudad de Juárez (Texas), para tomarse la revancha. Pero nuevamente la selección nacional ya sin “Pillín” Furlong, que había viajado a jugar en Estados Unidos, y con Alberto López como la gran figura del equipo, vencieron a los estadounidenses, por primera vez en su propia tierra.
El ciclo internacional de Felipe Fernández, tras ese bautismo en los Panamericanos de 1955, se prolongó hasta 1959. Fue seleccionado consecutivamente para los cuatro campeonatos disputados y siempre por un entrenador distinto. Este es el detalle completo:
*1955 – Juegos Panamericanos en México D. F. –
Con Casimiro González Trilla y Francisco del Río – Medalla de plata (4 triunfos – 1 derrota con Brasil). Felipe entró en cuatro de los cinco partidos jugados. Totalizó 30 minutos en cancha y convirtió 4 puntos.
*1955 – 16° Campeonato Sudamericano en Cúcuta, Colombia –
Argentina venía de un brillante segundo lugar en los Juegos Panamericanos ’1955, con victoria sobre Estados Unidos incluida. Para la extraordinaria generación de Furlong, González (integrantes ambos del Salón de la Fama de FIBA), y Viau sería su último torneo, debido a una posterior e injusta suspensión aplicada por la dictadura militar argentina.
Se consiguió el Cuarto puesto (5-3). Plantel: Osvaldo Aldunate, Juan Barea, Carlos Cisneros, Horacio Colombo, Felipe Fernández, Oscar Furlong, Juan Gaszó, Ricardo González, Adolfo Lubnicki, Rubén Pagliari, Edgar Parizzia, Orlando Peralta, Carlos Vassino, Roberto Viau. Entrenador: Jorge Canavesi.
*1958 – 17° Campeonato Sudamericano en Santiago de Chile (estadio Santa Laura) –
Cuarto puesto (4-3). Plantel: Héctor Barreneche, Enrique Borda, Herberto Fagnani, Felipe Fernández, René Jiménez, Rolando Giorgio, Cecilio González, Genaro Lezcano, Edgar Parizzia, Juan Ruggia, Bernardo Schime, Alfredo Tulli, Carlos Vassino y Luis Villa. Entrenador: Américo Pérez.
*1959 – Campeonato Mundial en Chile –DT: Pedro Rafael Pasquinelli – Décimo puesto (3-3).
En total, las Selecciones Nacionales que integró disputaron 26 partidos. Se lograron 16 victorias, con 10 derrotas.
En 1960 lo invitan a ir a jugar al Club Atenas de Córdoba y se va con el Zoilo Domínguez de All Boys para jugar en la reserva. Solo jugaban en primera en partidos amistosos por una reglamentación absurda. Pese a esto, los dos fueron llamados a integrar una de las mejores selecciones cordobesas por el técnico Alberto Andrizzi.
En 1963, (luego del brillante titulo argentino logrado con Córdoba en Mendoza) el “Yuco” es nuevamente llamado a la preselección nacional pero renuncia porque abandona definitivamente este deporte.
Ese año se casó en Córdoba con Zulma Coll (hija de un jugador y dirigente de Atenas) y al poco tiempo se traslado a vivir al Jardín de la República, donde abandonó la práctica activa del deporte. Tuvieron tres hijos, (dos de ellas mujeres Marcela y Silvina). Los dirigentes de Redes intentaron de todas las maneras, luego de su instalación en la provincia, para que vuelva a jugar pero nunca quiso esperar nuevamente dos años jugando en segunda división. Pero si lo hizo en algunos partidos amistosos vistiendo la camiseta de los eléctricos, donde las canchas se llenaban solo para ver este fenómeno del básquet tucumano.
El “Yuco”, quien se retiró de la práctica deportiva a los 31 años, confiesa que en el fútbol es hincha de Sportivo Guzmán y de Newell’s All Boys de Rosario, y que Oscar Furlong fue el mejor básquetbolista que vio en el país. Recuerda también cuando la selección de Tucumán (integrada por J. C.Carol, A. Boassi, Ricardo Fernández, Felipe Fernández y Valentín Díaz) logró la hazaña de empatar, en la cancha de Redes Argentinas, 50 a 50 (no hubo suplementario) con el seleccionado argentino, que era flamante campeón mundial. «Fue el día que el Yuco lo anulo a Furlong» contaban los tucumanos que colmaron la cancha y los diarios de la época.
El Yuco Fernández, no era de hablar de las virtudes de otros jugadores pero ante mi insistencia, me contó que admiraba a dos jugadores extranjeros: el yankee Bob Yerley, que jugaba en el equipo de All Star y al brasileño Amaury del Palmeiras. Y en nuestro país a Furlong y el “Rafa” Lledo.
Luego de su jubilación como gerente de los Laboratorios Pfaizer, los tucumanos hasta hace solo cinco años, lo veíamos todos lo días por “su territorio”, como él los llamaba a los bares de los alrededores de la plaza Urquiza, hasta que una seria enfermedad lo alejó de todo por varios años hasta que su vida se apagó el día 13 de enero 2012.
Opiniones sobre el “Yuco”
Armando Bollea,primer tucumano en integrar la selección nacional de básquetbol en el año 1947.
Si tengo que destacar un jugador seguro esta Felipe “Yuco” Fernández,“un verdadero genio, para mi el mejor en Tucumán de todas las épocas”y el del santiagueño Rafael “Rafa” Lledo,“el mejor jugador que ví en mi vida, superior a Furlong, al santafesino Calvo y al mismísimo Ricardo González (capitán del campeón del mundo del ’50)”.
Roberto Del Corro, integrante de la selección tucumana de básquetbol campeona en 1955 y luego DT:
“El Yuco Fernández de Redes Argentinas fue el mejor jugador tucumano por lejos que yo ví adentro de una cancha. Nos enseño a todos lo que era este deporte”.
Dr. Felipe Palazzo, compañero de el equipo campeón de Redes Argentinas.
“Era un jugador de gran temperamento, con un gran bagaje técnico, capaz de producir genialidades dentro de la cancha. Para mí fue el mejor jugador tucumano, aunque la provincia dio otros de gran calidad y que tuvieron proyección internacional”.
Gustavo A. Chazarreta, uno de los mejores jugadores de la historia de Santiago del Estero.
“Del Yuco Fernández, es imposible olvidarse después de haber alternado en canchas con equipos diferentes y viéndolo jugar desde afuera. Ha sido uno de los primeros en manejar la estrategia del basket, cortinando a terceros, jugando sin pelota. Era elegante en sus movimientos. Lo mas importante que me queda en el recuerdo es su gran temperamento, el haber jugado contra él en Córdoba y en algún Campeonato Argentino, su hombría de bien y el respeto por la persona que fue”.
Juan Daniel Cisneros, ex jugador y periodista hoy de Córdoba, comentarista de las transmisiones del canal deportivo Show Sport.
“Yo creo que esos enfrentamientos de Juniors-Atenas en Córdoba se hicieron todos en reserva desgraciadamente, por aquello del reglamento que hizo el doctor Adolfo Bertoa, presidente de la Federación, para defender al amateurismo: jugador que pasaba en Córdoba de un club a otro, o que viniera de afuera, no podía jugar en Primera División durante dos años.
Felipe Fernándezhoy sería un uno o dos de la actualidad. Pensante, inteligente, buen pasador y con un tiro perimetral largo, que no lo hacía saltando como el Tony Tozzi, sino desde posiciones estacionadas. Tenía mucha calidad y era un jugador elegante, vistoso para ver, con un ritmo tirando a pausado. Muy pulcro, peinado a la gomina y de gran educación”.
El día que “Yuco” caminó en el aire
Este hombre -que siente alergia por quienes se meten en la vida privada de la gente- pone la nota risueña cuando cuenta una anécdota de un partido Redes-Estudiantes. “A mí me gustaba sorprender a la defensa rival con el juego ‘cortinado’, con ‘terceros’, para de golpe ingresar sin marca al emboque. Una noche el referí ‘Petaca’ Del Negro me anuló una conversión que yo había hecho entrando con esa maniobra. ‘¿Qué me cobró?’, le pregunté.‘Caminó’,me dijo. ‘Pero, señor, si yo hice un doble salto’, intenté aclararle. ‘No importa -respondió-. Entonces caminó en el aire´”.
Fuente: Libro “100 Ídolos Tucumanos” de Víctor F. Lupo
Editorial Corregidor
Capítulo 23 – Página 128
11 julio de 2021.
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