Francisco lamenta el «muro infranqueable» que impide a muchos acceder a la educación
«La pobreza, la discriminación, el cambio climático, la globalización de la indiferencia, las cosificaciones del ser humano marchitan el florecimiento de millones de criaturas»
Un pacto “entre la familia, la escuela, la patria y el mundo, la cultura y las culturas”
“Educación: el Pacto Mundial” es el título del Seminario promovido por la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, que este mediodía fue recibido por el Papa Francisco, quien les invitó a recuperar el sueño de un “pacto educativo global” que apueste decididamente por la educación como motor de progreso e igualdad entre los pueblos.
“A pesar de los objetivos y metas formulados por la Organización de las Naciones Unidas -lamentó el Papa-, la educación sigue siendo desigual entre la población mundial”. No sólo eso: “la pobreza, la discriminación, el cambio climático, la globalización de la indiferencia, las cosificaciones del ser humano marchitan el florecimiento de millones de criaturas”, un “muro casi infranqueable” para muchos pueblos.
Generosidad y valentía
“Pensar en la educación es pensar en las generaciones futuras y en el futuro de la humanidad; por lo tanto, es algo que está profundamente arraigado en la esperanza y requiere generosidad y valentía”, insistió el Papa, quien apuntó que “educar no es solamente trasmitir conceptos, sino que es una labor que exige que todos los responsables de la misma —familia, escuela e instituciones sociales, culturales, religiosas…— se impliquen en ella de forma solidaria”.
“Para educar hay que buscar integrar el lenguaje de la cabeza con el lenguaje del corazón y el lenguaje de las manos”, apuntó Francisco, en una metáfora que suele utilizar a menudo, especialmente en sus encuentros con los más jóvenes
“Hoy está en crisis, está roto lo que he llamado el ‘pacto educativo’”, denunció el Santo Padre. Un pacto “entre la familia, la escuela, la patria y el mundo, la cultura y las culturas”. “Está roto, y muy roto; y no se puede pegar o recomponer sino a través de un renovado esfuerzo de generosidad y acuerdo universal”, añadió.
Integrar los saberes y salir al mar abierto global
Pese al aparente pesimismo, “hoy estamos llamados a renovar y reintegrar el esfuerzo de todos — personas e instituciones— por la educación, pararehacer un nuevo pacto educativo, porque solamente así podrá cambiar la educación”. Y, para eso, reclamó, “hay que integrar los saberes, la cultura, el deporte, la ciencia, el esparcimiento y la recreación; para eso, hay que tender puentes de conexión, saltar el “chiquitaje”, que nos encierra en nuestro pequeño mundo, y salir al mar abierto global respetando todas las tradiciones”.
“Se podrá así promover una cultura del diálogo, del encuentro y de una mutua comprensión, de modo pacífico, respetuoso y tolerante. Una educación que capacita para identificar y fomentar los verdaderos valores humanos dentro de una perspectiva intercultural e interreligiosa”, subrayó.
Junto a ello, Francisco quiso “rendir homenaje a los docentes” que “ante el desafío de la educación siguen adelante con valentía y tesón. Ellos son “artesanos” de las futuras generaciones”. De este modo, pidió que el futuro pacto educativo “reconozca y respalde” la función de los profesores.
Fuente: Religión Digital
6 febrero de 2020