Desde la «Revolución del´30» los clubes fueron ámbitos de la dirigencia política — Por José Luis Ponsico (*)

Jun 15, 2017 | Política deportiva

 

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Boca está a un paso de un nuevo título. En la «vereda de enfrente», para «quitarle mérito», aluden a que es el club del Poder. El Presidente de la Nación, Mauricio Macri; el de la AFA. Claudio Tapia; influencias en la Justicia del titular «xeneize» Daniel Angelici y hace dos semanas el presidente del Tribunal de Penas, escribano Fernando Mitjans.

Hace 85 años la Política se «refugió» en clubes de fútbol, cuando José Félix Uriburu produjo el golpe de Estado contra Hipólito Yrigoyen. Las entidades crecieron con sus  estadios al calor de la clase «desplazada». Desde Antonio Liberti, José Amalfitani, Alberto J. Armando entre los más recordados dirigentes de los´40 y 50.

En el´55 con la caída del gobierno de Juan Domingo Perón hubo otro «exilio» hacia los clubes. El peronismo había apoyado a su vez mucho a la proliferación de «clubes de barrio» los´40 y 50. El psiquiatra Enrique Pichón Riviere -fundador de una de las escuelas de la Psiquiatría «popular»- en recordada entrevista periodística «fundamentó» su hipótesis social

«Boca sintetiza al peronismo -sostuvo- es más que un club de fútbol; expresa a grupos políticos desplazados del Poder. La caída del Líder los hace fuertes en la oposición al actual gobierno. Estar en contra de Boca, además, es estar contra del peronismo», decía el pensador
Por entonces, testimonios de un lado y del otro remitían a las simpatías de Perón

Se decía que el Líder exiliado simpatizaba por Racing. Una corriente cercana a los secretos del General opinaba que Perón, entre los suyos, confesaba su simpatía por Boca. En los´90 el senador Antonio Cafiero esbozó toda la teoría sobre lo segundo. Descartó a Racing. Algo que quedó en suspenso.

Hace algo más de un mes, Macri invitó a los Mellizos, Guillermo y Gustavo a almorzar a la Casa de Gobierno. En el´90 Carlos Menem, reconocido hincha de River, pidió a Carlos Bilardo que llevara a Ramón Díaz al Mundial de Italia. Algo que no ocurrió. Diego Maradona se opuso. Curiosamente el genio de Fiorito, «embajador deportivo» del gobierno menemista.

La política interna tuvo su clásico en el´88: Menem, River contra Cafiero,  Boca. Varios dirigentes menemistas hinchas de Boca admitieron su voto al «candidato riverplatense». Hugo Santilli, desde el´81, dirigente de River por entonces opositor, apoyó a Menem. Su respaldo valió para llegar a la presidencia del Banco Nación

Unos años antes, Carlos Heller, funcionario del Banco Credicoop de trayectoria conocida en el Partido Comunista los´60, alcanzó la vicepresidencia de Boca, acompañando al empresario de la construcción, Antonio Alegre. El club de la Ribera ofrecía algunas «contradicciones» políticas. Entre los´50 y 80

Daniel Lalín en la misma época se ufanaba de haber apoyado «a la organización Montoneros» en los´70. Hizo campaña en Racing con el aporte de capital y lista de refuerzos. Finalmente, ganó con los votos. No le fue bien.

No obstante, mayor «utilización» desde acción política y social se hizo desde el fútbol, «pasión de multitudes» consignas de José María Muñoz, en torno a la dictadura genocida. Entronizada en marzo del´76, el régimen desde el Mundial 78 alcanzó su virtual «plataforma política»

En el 74 César Menotti, origen similar al de Carlos Heller -éste lo llevó dos veces como DT de Boca; la primera bien, la otra no tanto, sin títulos en ambas- llegó al acuerdo vía el médico David Bracutto, presidente de Huracán, con la UOM.

La Unión Obrera Metalúrgica en el´74 tenía más de 420 mil afiliados. El sindicalismo alcanzó mayor impulso en el Poder del peronismo que padecía el deceso del General, 1º de julio del´74.

Lorenzo Miguel y Paulino Niembro, padre del periodista Fernando, acordaron la llegada del «Flaco» Menotti al seleccionado nacional. Bracuto también hizo valer su condición de «médico de la UOM»
En los últimos tiempos Raúl Héctor Gámez, tres veces presidente de Vélez Sarsfield, tras conflicto del gobierno de Néstor Kirchner, con arco opositor, a raíz del enfrentamiento con el Campo, estuvo cerca de Julio Cobos, vicepresidente de la Nación. De origen radical.



(*) Columnista de la Agencia Télam.

Fuente: Mundo Amateur

10 junio de 2017

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