Todos los futbolistas de la selección argentina surgieron de esas entidades donde se genera sentido de pertenencia y construyen vínculos afectivos.
Por Rodolfo Parody
El club El Torito, de la zona norte, tiene como máximo símbolo a Angelito Di María.
“Clubes sí, playones nunca”. Lo afirma Víctor Lupo, dirigente tucumano, peronista y ex subsecretario de Deportes de la Nación en los 90. Es un defensor a ultranza de los clubes de barrio, por la función social que cumplen en el pueblo argentino y por tratarse del embrión del cual emergen los deportistas. El mejor ejemplo son los integrantes de la selección argentina campeona del mundo en Qatar. De esos clubes surgieron todos ellos, se formaron y trascendieron.
“El club es un lugar de encuentro donde se desarrollan valores, hay una actividad en conjunto y donde el otro es importante porque es un compañero de equipo. Esto no ocurre ni en los playones ni en los polideportivos”, precisa Lupo.
Lionel Messi comenzó gambeteando en el club Grandoli. Ángel Di María, en El Torito. Otro Ángel, Correa, en 6 de Mayo, además de Tiro Suizo y Alianza Sport. Cada uno de sus compañeros que visten la celeste y blanca corrieron detrás de una pelota en esos clubes donde hay tanto empeño, tanta dedicación de personas anónimas que rara vez trascienden pero que tanto hacen por los demás.
Club de Hilos de Fútbol (@clubhilosfutbol) es una cuenta de Twitter en la que aparecen contenidos sobre el fútbol a lo largo de la historia y en una de las últimas publicaciones se detalló de dónde surgieron los futbolistas de la selección. “Hoy ganaron los clubes de barrio con la remera de la selección argentina”, precisó ese sitio, con un hilo que se detalla a continuación:
Nuestro foco de hoy estará en el origen de sus jugadores y como esto significa un extra a la hora de competir. En Argentina tienen un plus que se llama “clubes de barrio”. Se trata de asociaciones independientes sin fines de lucro, que cuentan con espacios de recreación, enseñanza y entrenamiento deportivo. Son lugares que reciben niños y niñas de todas las clases sociales. Generan un sentido de pertenencia casi imposible de replicar por su ligazón con la infancia y arma los vínculos más fuertes de relaciones de amistad. Nadie olvida el club de barrio al que asistió en su infancia o juventud”, publicó.
Pero… ¿todos los jugadores de la Scaloneta salieron de clubes de barrio? ¡Si! del club del barrio, del pueblo y recién ahí empezaron a ir a “clubes más grandes”, que vale la pena aclarar, también fueron clubes de barrio en sus comienzos. Por ejemplo, Dibu Martínez debutó profesionalmente en el Oxford United donde jugó un solo partido cedido a préstamo desde el Arsenal FC, pero sus verdaderas raíces salieron del Club General Urquiza de Mar del Plata y el Club San Isidro, también de la ciudad costera.
Cuti Romero desde los 8 años estuvo oliendo tobillos rivales en San Lorenzo de Córdoba, del barrio Las Flores. Luego fue a probar suerte a Talleres de esa provincia, no encontró lugar y terminó jugando en Belgrano, donde la rompió toda. Lo de Nicolas Otamendi es diferente. Desde los 8 jugó en Vélez Sarsfield, pero tuvo su paso obligado por un club de barrio de El Talar (Tigre) de donde es oriundo, llamado Club Barrio Nuevo de San Fernando y por otro de Devoto llamado Villa Real.
Los laterales no son la excepción: Nahuel Molina, antes de viajar a la Masía de Barcelona, jugó en Club Náutico Fitz Simón de la ciudad de Embalse, provincia de Córdoba, y el Huevo Acuña en Olimpo de Zapala de su querida provincia de Neuquén.
Rodrigo De Paul se crió y aprendió todo lo que sabe en Belgrano de Sarandí. Leandro Paredes, en una Sociedad de Fomento llamada La Justina en San Justo, provincia de Buenos Aires. Enzo Fernández, en el Club La Recova de Villa Lynch. Ni hablar del mega crack de Lionel Messi que hizo sus primeros milagros en el hermoso Club Abanderado Grandoli de la ciudad de Rosario. Di María lo hizo en la misma ciudad, pero en el Club El Torito.
Los “9 de área” de la Scaloneta también salieron de clubes de barrio. Lautaro Martínez, de Liniers de Bahía Blanca, y Julián Álvarez en el Club Calchín de la localidad homónima situada en la provincia de Córdoba. ¿Y los demás? ¡Tooooodos de clubes de barrio! Franco Armani del Club Atlético Aprendices Casildenses de la provincia de Santa Fe. Gerónimo Rulli, hoy en Villarreal, del Ateneo Popular de La Plata. Montiel, del Club Social y Deportivo El Tala de González Catán. Juan Foyth, del Club Victoria de La Plata donde jugaba de enganche. Pezzella, del Club Kilometro Cinco de Bahía Blanca. Lisandro Martínez, de Urquiza de Gualeguay de la provincia de Entre Ríos.
Alexis Mac Allister, del Club Parque, de donde salieron tantos cracks del fútbol argentino. Paulo Dybala, de Sportivo Laguna Larga de la provincia de Córdoba, Thiago Almada, de Santa Clara de Ciudadela y Angelito Correa en el 6 de Mayo de Rosario.
Fuente: La Capital – Rosario
20 diciembre de 2022
De los clubes de barrio salió el nuevo campeón mundial (lacapital.com.ar)