A 5 años de su ausencia – NORBERTO VICTORIO ZEN: Espíritu y Gestión Deportiva

Ene 27, 2022 | Carta de Lectores

Por Lic. Luis Erdociaín

Nació en la ciudad de Esperanza, que fuera la primera colonia agrícola organizada, de la provincia de Santa Fe, el 20 de febrero de 1925.  Hijo de José, un inmigrante de Treviso –Italia-, carpintero de profesión y de Emilia Albertina. Maestro de vocación, esperó un año para poder ingresar en la Escuela Normal de Esperanza por falta de cupo. Al terminar el tercer año gana la beca para ingresar al Instituto Nacional de Educación Física “Gral. Manuel Belgrano”, ubicado en San Fernando.  Por la mañana siguió cursando su cuarto año y por la tarde tomaba sus clases en el Instituto. Egresa en 1945, como escolta de bandera, en una caracterizada promoción de los que más tarde fueran destacados profesionales de la educación física y la gestión deportiva, tales como Jorge Kistemacher, Alfredo Loughlin, el Dr. Alberto Leveroni, Simón Silvestrini, el Kgo. Eduardo Lambierto, Telémaco González, Hugo La Nasa, “Cacho” Aldabe y Carlos Bianchi. Fiel a la filosofía y a las disposiciones de aquel Instituto, los becados volvían a sus ciudades para jerarquizar la educación física, buscando paulatinamente reemplazar a los empíricos por profesionales debidamente capacitados. Norberto Zen vuelve a Esperanza. Comienza a ejercer su tarea docente en la Escuela Normal de su ciudad, reemplazando a su profesor Guala, quién en ese momento se hacía cargo de la recientemente creada Dirección de Educación Física de la Provincia de Santa Fe, donde fue designado secretario técnico. Junto a varios profesores de educación física – el propio Guala, Busaniche, Zorrilla, Guerin, entre otros -,  integra el cuerpo docente del flamante Profesorado Provincial de Educación Física, destinado a capacitar a los profesores que ya se estaban desempeñando en la tarea docente.

La pasión por la música

Cursando la escuela secundaria ingresa en la Banda Municipal de Esperanza, con un clarinete prestado. Esa vocación por la música fue uno de los itinerarios que marcaron su trayectoria. Ingresa en la recién creada Escuela Superior de Música, dependiente de la Universidad Nacional del Litoral, con sede en la ciudad de Santa Fe. Su director era Horacio Callebois, Esté,  en 1949, es designado Director General del Teatro Colón, e invita a Norberto Zen a que lo acompañe en su gestión. Se convierte en su secretario privado, acompañándolo en una actividad que el profesor Zen siempre recuerda como muy destacada y fecunda.

Desde entonces se radicó en Buenos Aires.

Tuvieron como objetivo, una administración eficiente y facilitar el acceso a los espectáculos del Teatro, a las personas con menos recursos de los sectores populares.

En su vasta trayectoria fue: Profesor del Teatro Infantil “Labarden”. Director del coro de la empresa Philips Argentina. Creador y director de los programas “Hagamos música”,                                                                    “Mi Pueblo Alegre” y “Mi pueblo musical” en el canal 11.

Convocado por su amigo Jorge Ochoa, asesor de Canal 7, organiza y conduce sendos programas: El Caldero Mágico” y “Encuentros” Ambos reciben el Premio Santa Clara de Asís de la Liga de Madres y Padres de Familia.

También organiza, realiza la selección y dirige el primer coro de la Universidad Católica de Santa Fe. Es coautor con Oscar Bareilles del “Método                                                                         Recreativo Musical Jugando”,  editado por la Editorial Peuser y de la “La Música en el Aula”, de la Editorial Kapeluz.

El docente

Su vocación docente se mantuvo inalterable desde siempre. Comienza a ejercer la docencia en su Escuela Normal de Esperanza, a la vuelta del Instituto de San Fernando.

Fue profesor de música en las sedes masculina y femenina de la U.E.S. (Unión de Estudiantes Secundarios), en el primer gobierno justicialista.

En 1955, terminada su gestión en la Dirección de Deportes a consecuencia del golpe de estado, sus amigos le ofrecieron diferentes cargos docentes a los que accedió con nuevos ímpetus. Por esos años trabajó como profesor de música en la escuela ST. Hilda´s y en la Escuela Argentina Modelo. Luego fue Profesor de Música y Recreación en el Instituto de Perfeccionamiento docente “Félix Bernasconi”, dependiente del Consejo Nacional de Educación.

Llevó a cabo una extensa y prolífera tarea de perfeccionamiento docente en todas las provincias argentinas, extendiendo esa tarea a los países hermanos de Uruguay, Brasil y México.

Dictó cursos en las Universidades Nacionales de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Tucumán y del Noroeste.

Fue un conferenciante destacado y habitual en el Servicio Educativo Argentino, que dirigía el recordado Profesor Ramón Muros.

Su vocación solidaria se prolongó en cursos para maestros rurales para la organización Misiones Rurales Argentinas.

También ejerció su labor docente en el INEF “General Manuel Belgrano”, de San Fernando, en la cátedra de Recreación.

Fue profesor de Recreación e Iniciación Musical en la Escuela de Maestros de Recreación que funcionó en la década del 60 en nuestra repartición.

El gestor público

En 1950 es designado Jefe de Despacho de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires, convocado por su titular, el Dr. Mario Mendebrun.

La Dirección de Deportes en aquella época estaba prácticamente abocada a la gestión de la Comisión Municipal de Box. Otra Dirección, de Asistencia Social y Cultura Física, tenía a su cargo la gestión de los Parques Deportivos y las Colonias de Vacaciones. Enterado de la exigua actividad que desarrollaba la Dirección se lo manifiesta a su responsable el Sr. Arturo López Peña. De común acuerdo proponen a sus superiores intercambiar sus cargos. La propuesta es aceptada por el Intendente De Benedetti, quién firma el decreto correspondiente y Norberto Zen, con veinticinco años de edad, asume la conducción de la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Buenos Aires en el año 1951. Sin embargo al poco tiempo es designado por la propia Evita interventor del Partido Justicialista del partido de Magdalena, cercano a La Plata. Ocupa ese cargo por espacio de un año y, como corresponde, pide licencia sin goce de sueldo. Durante ese período se hace cargo de la repartición el Subdirector Sr. Wilkinson, ex boxeador, de nacionalidad inglesa. Sin embargo ese año en Magdalena no lo apartó de la gestión deportiva. A sugerencia de la propia Evita crea la Casa del Deporte en esa ciudad.

Asumiendo de nuevo la Dirección comienza un ímproba labor que transforma a la repartición en la relación y apoyo a los clubes de barrio, en la proyección comunitaria llevando las escuelas de iniciación deportiva al barrio, incluso cerrando calles, cuando era necesario; en la capacitación e interviniendo en la gestión de importantes instalaciones deportivas que se instalaron en esa época en la Ciudad de Buenos aires, tales como el Autódromo, el Velódromo y el Campo de Golf del Parque Tres de Febrero. .

Colabora activamente en la creación el Club de 8 de octubre, que tiene como sede un sector de las instalaciones de Parque Chacabuco.

Crea la Escuela de Especialización Deportiva “Juan Domingo Perón”, designando como vice director a cargo al Profesor Jorge Sánchez, contando como docentes a Jorge Canavesi, Federico Dickens, Cacho Aldabe, entre otros. Su objetivo fundamental era capacitar a los técnicos y profesores que se desempeñaban en los numerosos clubes de barrio de la Ciudad de Buenos Aires.

Fiel a su formación docente crea a su vez  un ámbito de aplicación y extensión comunitaria, a los efectos de que los técnicos hicieran sus prácticas con los chicos de los diferentes parques municipales. Nace así la Escuela Infantil y Juvenil “Eva Perón”, designando al Profesor Ramón Muros como vicedirector, a cargo de la misma.

Siempre buscó en su gestión contar con apoyo de profesionales de la educación física y destacados deportistas. Al inaugurarse el Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, preside el Consejo de Automovilismo, designando como sus asesores a Juan Manuel Fangio y Froilán González.

Al volver al ámbito municipal, los Clubes de tenis Argentino y Buenos Aires, designaron en la dirección de los mismos a Alejo Rusell y Cacho Etchart, sumando como asesora de la Dirección a la famosa tenista Mary Terán de Weiss. En esa época, por expresa indicación del General Perón se construyó la histórica tribuna de cemento del Buenos Aires, con el asesoramiento de arquitectos de la Municipalidad.

Otros de sus destacados asesores en las diferentes disciplinas deportivas fueron: Remigio Saavedra (Ciclismo), Federico Dickens e Isidoro Ferrere (Atletismo); Cacho Aldave (Fútbol) y Raúl Landini, ex campeón olímpico en boxeo.

En esos años fue también presidente del histórico Club Argentino de Atletismo, del que surgió el famoso velocista Gerardo Bohnoff. Posteriormente es elegido presidente de la Federación Atlética Argentina.

Llegó el 55 y abandona la Dirección de Deportes, profundamente afectado en su estado de ánimo por aquel golpe de estado, que iba a derrumbar muchas concreciones y proyectos.

Retorna a la gestión pública en 1966, como Director de Recreación del Municipio de Avellaneda.

Allí, bajo su gestión, se recupera el Parque Sarmiento, se rehabilita la pileta de natación y se crea el Centro de Interés histórico Fortín Criollo.

Con la vuelta a la democracia en 1973, en virtud de los requerimientos de dirigentes y docentes es designado por el Gobernador Victorio Calabró Director de Educación Física, dependiendo de la Dirección General de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires.

Inmediatamente convoca en la Ciudad de Olavarría a un Curso de Capacitación de Inspectores de Educación Física. Asimismo se aboca a reuniones docentes, especialmente con los profesionales más jóvenes, en un intento de paliar las consecuencias educativas de las posiciones extremas ideológicas que dominaron esos años.

En 1974, es designado Director de Deportes de la Provincia de Buenos Aires, a la cual organiza y pone en vigencia. Sin embargo al poco tiempo renunció por no coincidir con la gestión de la misma.

En 1984, vuelve a su provincia para ocupar el cargo de asesor del Ministerio de Cultura de Santa Fe. Allí crea y organiza el Instituto Provincial de Arte, con subsedes en las ciudades de Rosario Santa Fe y Reconquista, destinado a la capacitación de promotores culturales. 

En 1990 integra un grupo de asesores calificados del Ministro de Educación Antonio Salonia, compartiendo esa función con docentes de la talla de Ramón Muros, Aníbal Álvarez, Jorge Canavesi y Enrique Eleusippi.  Allí tuvo entre sus responsabilidades el Programa “Clubes Colegiales”.

Una de sus frases preferidas, que dice que un día la encontró en un libro, es: “Algunas personas hacen su trabajo con sencillez, competencia, calma y dignidad”. Quizás esa sea lo que define la tarea impresionante que durante toda su vida desarrolló Norberto Zen

Los Ponchos Argentinos

En ocasión de los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972 llegó una invitación del gobierno alemán para que jóvenes argentinos participarán de ese evento.

Norberto Zen es el encargado de conformar y dirigirlo. Después de una preselección en todo el país, se concentraron 230 jóvenes en Embalse para evaluar y conformar la delegación.

Las delegaciones argentinas y la rusa, en virtud de la calidad de sus coreografías, fueron designadas para iniciar la Ceremonia de Apertura de esos Juegos. Hubo otras representaciones en  ciudades alemanas.

Pero quizás lo importante vino después. Zen conforma con esos jóvenes la agrupación Ponchos Argentinos, que aún hoy, a 35 años sigue vigente. Desde entonces, solidarios, hicieron presentaciones en escuelas rurales, jornadas de capacitación, se plantaron árboles y se siguieron juntando. Los organizadores alemanes de aquel evento han viajado en reiteradas oportunidades a la Argentina, invitados por el grupo, sorprendidos por lo que, sin querer, generaron    

Que es la Recreación para el Maestro Zen

Norberto Zen tiene una definición propia del término  Recreación. Dice que es el criterio lúdico con que se realizan las actividades, tanto en el tiempo comprometido como en el libre, tendiendo a mantener – en estado fruitivo -, el estímulo o incentivo inicial, durante todo su desenvolvimiento para lograr los objetivos de formación en alegría, gratificación y regocijo, hasta el estado de conciencia de ese logro que le permita realizar libremente esa actividad para usarla en beneficio propio o de la comunidad.

Fuente: Centro de Documentación, Investigación y Referencia Histórico – Deportiva (Ce.D.I.RH) de Ciudad de Buenos Aires

Año 2007  

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