La Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández, acaba de anunciar la implementación del nuevo programa (PROGRESAR) de contención e inclusión social, destinado a los jóvenes entre los 18 y 24 años.
Por supuesto me parece fantástico, como creo que le debe parecer a cualquier habitante de la República Argentina, pero el motivo de estas líneas es exteriorizar mi dolor por la ausencia de los clubes deportivos, en especial de los clubes de barrio, como sede para la implementación del programa.
No responsabilizo de ello a la Presidenta, porque no es su responsabilidad desconocer la invalorable función social que cumple esta red de instituciones del orden civil, pero sí son responsables los funcionarios de deporte, que en 10 años de gestión no supieron transmitir a Néstor Kirchner y a Cristina el trabajo que este sector desarrolla principalmente entre los niños y los jóvenes; y menos el gran potencial que tienen sin desarrollar y que se puede motorizar con un mínimo apoyo del Estado.
El programa anunciado hoy es un traje a medida de los clubes de barrio, o mejor dicho son estos clubes los que por origen, concepción, composición social y práctica cotidiana, resultan el instrumento ideal para trabajar en la detección, contención y acompañamiento de esa franja de jóvenes a los que está destinado el programa.
Es una pena que no se tenga en cuenta a este entramado de clubes, con presencia en todos los ámbitos de la nación, en especial en los centros urbanos, donde podemos encontrar al sector de jóvenes en mayor situación de riesgo, esos hijos del neoliberalismo de los ‘90, como los llamo la Presidenta.
No dudo en afirmar que la gran mayoría de estos clubes y sus participantes son tan eficientes como las distintas iglesias en el desarrollo de actividades deportivas, sociales y culturales, con la diferencia de realizarlo con recursos mínimos y auto gestionados.
Espero que alguien pueda detectar la omisión, que significa desaprovechamiento de recursos físicos y principalmente humanos, preparados para acompañar el anuncio de hoy.
Oscar E Araujo
22 de enero de 2014