Victoria Tanco: la promesa que dejó los palos de golf y se refugió en la religión

Feb 8, 2017 | Opinión

 

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La gran “talento” del golf argentino no aguanto la “presión” del alto rendimiento.

Con apenas 22 años y un futuro que asomaba muy auspicioso en el deporte, la argentina Victoria Tanco, “Vicky”, decidió abandonar el golf para volcarse por completo a la religión y continuar con una vida más relacionada al crecimiento espiritual que a las presiones del éxito deportivo. «Lo que importa es la persona, no los trofeos», dice.

A los 10 años, “Vicky” ya daba entrevistas. Su voz era una brisa suave que repetía: «Busco jugar en el LPGA Tour, ganar el US Open y ser la Nº 1 del mundo. Yo quiero eso». Tímida hasta la médula, en la cancha se convertía en una pequeña fiera que ganaba torneos aquí y en el exterior, a veces hasta jugando mal. En su casa del San Diego Country Club, en la ciudad de Moreno, en el oeste del Conourbano bonaerense apilaba copas locales e internacionales, entremezcladas con osos de peluche y portarretratos. El golf argentino estaba pendiente de su explosión definitiva, y de hecho había dado pruebas concretas cuando a los 14 años jugó el US Open como amateur.

En 2008, el máximo circuito femenino se asombró de una niña de un país lejano capaz de lograr un águila desde 154 yardas en el hoyo 9 del Interlachen Country Club, en Edina (estado estadounidense de Minnesota). La chica prodigio ya hacía ruido y siguió su incontenible marcha hasta conseguir la tarjeta del LPGA Tour para la temporada 2012, la consecuencia de su férrea contracción al golf.

Tanco nació el 25 de febrero de 1994 en Capital Federal. Comenzó a jugar al golf a los 6 años, impulsada por sus padres, Marcelo y Lucía, quienes querían que practicara algún deporte. A los 11 años ganó su primer torneo internacional, en Estados Unidos, y a los 14 ya era la número uno del Ranking Americano Juniors. Cosechó títulos nacionales e internacionales.

Participó en cinco US Women’s Open consecutivos, entre 2008 y 2012, y fue integrante del LPGA Tour entre 2012 y 2014. En 2009, recibió el premio Clarín como Revelación del Año.

Con apenas 14 años y 8 meses, fue nombrada como la mejor jugadora aficionada junior del año en Estados Unidos, un prestigioso galardón que por ejemplo habían ganado Tiger Woods y Phil Mickelson. Y nunca antes un argentino lo había conseguido. Mientras tanto, ella aclaraba: «El golf me atrae por los paisajes».

Justo cuando se preparaba para “lo mejor”, lista para su consolidación en “la elite”, se inició el derrumbe: atrapada por fantasmas internos y una serie de desorganizaciones en su entorno, su talento fue evaporándose hasta desaparecer del mapa del golf.

En diciembre pasado, la iglesia Mosaic Church, cuyo lema es «rescate-identidad-misión» subió un video en YouTube que describía la experiencia de una de sus adeptas. Era Tanco, que hablaba de su acercamiento a esta propuesta cristiana a raíz de su amistad con Martina Gavier, otra golfista argentina a quien Victoria veía como un bicho raro porque hablaba y posteaba en Facebook sobre Jesús en todo momento.

En mayo de 2016 empezó a darse cuenta de que ya no estaba disfrutando tanto del deporte que siempre la había apasionado. Las presiones la absorbían. Y empezó a evaluar la posibilidad de dar un paso al costado

«En 2014 me mudé a Orlando y Martina fue quien me presentó a Jesús. Nunca antes había leído la Biblia y la razón de mi existir era sólo el golf y yo misma. Gracias a esta Iglesia encontré una paz y otro significado en la vida que no está relacionado con cuántos torneos gané, sino en quién soy yo como persona. Estaba perdida, sin ningún propósito, y este cambio me dio libertad para expresarme más como ser humano», le cuenta Victoria a LA NACION desde Winter Garden, la ciudad donde reside, a 20 minutos de Orlando.

Ella pasaba horas y horas en un campo de golf; si no jugaba, se entrenaba con disciplina oriental. Pero su transformación en los últimos tiempos fue rotunda: «Estoy muy contenta con la vida que llevo. La disfruto mucho. Nunca pensé que no seguiría jugando al golf, pero es una decisión que tomé yo y nadie más, no culpo a nadie. Creo que terminó siendo lo mejor», explica la ex Nº 1 de aficionadas en la Argentina, que cursa por Internet la carrera de Negocios, Marketing y Publicidad en Liberty University, con base en Virginia. Además, quiere trabajar en los Estados Unidos, y para ello deberá volverá al país para cambiar la visa.

“Me pasó que el éxito en este deporte me vino desde muy joven, el golf era yo misma. Sentía que el golf y Victoria eran sinónimos y mi único propósito en la vida consistía en jugar. Y se me volvió muy complicado seguir adelante cuando no empezó a irme bien. Mi estado de ánimo y mis emociones dependían de cómo me iba en los torneos, entonces se me hizo muy difícil separar la persona del juego”. Mantenía un concepto naif de su pasión («El golf me atrae por los paisajes»).

 

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Mi relación con la Iglesia

-Voy dos veces: los domingos y otro de los días lidero un grupo de chicas de trece años. Formar parte de esta Iglesia y volverme cristiana me cambió en muchos sentidos y de manera indescriptible; puedo sentir el amor y la aceptación de los hermanos y hermanas de esta comunidad por quién soy yo. Tengo paz en mi corazón y mi propósito, ahora, es expandir el Reino de Dios. Al principio pensaba: «Este no es mi estilo de vida, esto no es para mí». Pero conocer gente y ver el amor que se brindaban, además del interés del uno por el otro y el valor de las pequeñas cosas me hizo cuestionar muchos temas. Empecé a leer la Biblia, además de muchos libros, y tres meses después acepté a Cristo.

Si un deportista puede llegar a esa paz de jugar y que la disciplina que practica no controle su vida, entonces va a encontrar el éxito. Yo no me siento frustrada, aunque no haya cumplido mis objetivos y no imaginaba este presente cuando era chica. Es más, siento que las puertas del golf siguen estando abiertas para mí, pero ahora estoy satisfecha con este nuevo rumbo.

Desde julio de 2015 que no juega un torneo oficial. Aquella vez fue el Fuccillo KIA Championship at Capital Hills.

«Lo que importa es la persona, no los trofeos», afirma finalmente Victoria Tanca.

Fuente: La Nación – Caminos Religiosos

2 de febrero de 2017

http://www.caminosreligiosos.com/victoria-tanco-gran-promesa-golf-argentino-dejo-deporte-religion-n-1463002.html

http://www.caminosreligiosos.com/victoria-tanco-promesa-dejo-palos-golf-refugio-religion-n-1462999.html

 

 

 

 

 

 

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