Por Daniel Díaz *
Hoy 5 de septiembre finalizó la participación argentina en estos “XVI Juegos Paralímpicos”, Tokio 2020. La llama se apagará para trasladarse a París 2024 y como cada 4 años, 5 en esta oportunidad, nos dejan conclusiones desde el punto de vista deportivo que son muy útiles de evaluar para la gestión y el desarrollo del área.
Haciendo un poco de historia, podemos recordar que los Juegos Paralímpicos se desarrollaron por primera vez en el año 1960, en la ciudad de Roma, Italia. Fueron realizados como juegos de verano y desde allí, cada 4 años se llevaron a cabo en forma ininterrumpida.
Pero recién en el año 1988, en Seúl, comienzan a realizarse a continuación de los Juegos Olímpicos convencionales, lo que le da un mayor impulso al movimiento, utilizando las mismas instalaciones y logística.
El deporte paralímpico tuvo un crecimiento exponencial en las últimas décadas en todo el mundo. La inclusión social de las personas con discapacidad, la mejora constante de las barreras sociales y arquitectónicas, y la accesibilidad al campo laboral, cultural y deportivo, ha sido notable.
No obstante, es imprescindible seguir trabajando activamente para lograr ciudades y comunidades más amigables e inclusivas.
Para hacer una evaluación de la actuación argentina en estos Juegos, es importante retomar la historia en el deporte para personas con discapacidad en nuestro país.
Argentina participó en todas las citas de Juegos Paralímpicos, habiendo sido en las primeras ediciones el único país de habla hispana presente.
Si revisamos el medallero histórico veremos que nuestras delegaciones lograron gran cantidad de medallas en los primeros Juegos (Roma), donde el número de países y participantes era relativamente bajo (24 países y 400 participantes).
Con el constante crecimiento del evento, se llegó a Tokio 2020, con una participación de 200 países y 4320 atletas. El nivel de competencia aumenta, por lo cual también el reparto de medallas se modifica considerablemente.
De la mano de esta creciente evolución, hoy los JJ Paralímpicos cuentan con 22 disciplinas, habiendo Argentina estado presente en 11 de ellas.
Nuestra delegación tuvo una notable actuación en Tokio, el mejor resultado en el medallero desde los Juegos de Atlanta 1996. Se lograron:
– 5 medallas de plata: 2 en atletismo, 2 en natación y 1 en fútbol 5.
– 4 medallas de bronce: 3 en atletismo y 1 en Tae-Kwondo.
Aunque no se computen en el medallero, los 32 diplomas olímpicos obtenidos, también sientan precedente de un trabajo comprometido y de excelencia.
Hay varias acciones que el Estado Nacional implementó en pos del fortalecimiento del área del deporte adaptado, a las que podemos atribuirle los logros:
1. A partir de los primeros años de la década del 90 se creó un sistema de becas para acompañar y potenciar a los y las deportistas.
2. La creación de la Dirección Nacional de Deporte Adaptado, dentro de la estructura de la Secretaría de Deportes, fue fundamental para lograr su federalización. Se trabaja fuertemente articulando con las administraciones provinciales y municipales en materia de Deporte y Educación Física, para la inclusión y relevancia del área dentro de las propias estructuras institucionales.
3. El CENARD es un factor fundamental, ya que desde los años 90 comenzó a abrirse a dar cada vez más espacios. El mejoramiento y la adaptación de las instalaciones deportivas, el alojamiento y sistema de alimentación, sumado a los servicios del Área Médica y de Ciencias Aplicadas al Deporte, contribuyen al desarrollo y seguimiento de las y los deportistas.
El hotel del CENARD brinda no solo alojamiento permanente a quienes lo requieran, sino también de manera temporal, para la realización de concentraciones o campus de entrenamiento.
Es de destacar que durante la pandemia, el 90% de los deportes paralímpicos permanecieron entrenando en el CENARD.
Los predios nacionales CERENA (Ezeiza) y la Pista Nacional de Náutica y Remo (Tigre) también son receptivos de diferentes deportes.
4. El Programa Escuelas Deportivas Argentinas cuenta con 124 espacios de formación especializados en iniciación y desarrollo deportivo, llegando a cada rincón del país con una propuesta de participación gratuita.
Hasta el año 2019, sumaban 60, habiendo logrado duplicarlas desde un Estado presente, supliendo la dificultad que poseen los clubes de implementar una actividad que no les es rentable.
5. La incorporación del deporte adaptado en los Juegos Nacionales Evita, que incluye 7 deportes (atletismo, natación, sitting vóley, tenis de mesa, goalball, bocha, básquet) permitió federalizar la práctica, visibilizándola y motivando a las autoridades deportivas provinciales a tener sus representantes en los Juegos. Por reglamento se establece la equidad de género en los cupos de participación, contribuyendo al crecimiento de la práctica femenina.
6. Fue exponencial el aumento del porcentaje de deportistas en el Programa de Formación Integral, destinado a jóvenes talentos deportivos, representando hoy el 35% del mismo, dejando en evidencia un fuerte trabajo con las categorías en desarrollo.
7. La capacitación continua brindada desde la Secretaría a nivel nacional, en temas técnico-deportivos, de ciencias del deporte y de gestión institucional, permite el continuo crecimiento de cuerpos técnicos y gerenciales.
Es de destacar la inclusión de temáticas de género y violencia en el deporte, que se realizan tanto de manera presencial como virtual, permitiendo la llegada a todos los rincones del país.
8. En el área de rendimiento deportivo, se puede observar como técnicos reconocidos del deporte convencional se encuentran trabajando con deportistas del deporte adaptado (atletas, nadadores, palistas, remeros, taekwondistas, etc.) enriqueciendo con su experiencia el desarrollo nacional.
9. Como consecuencia de las políticas de género que cruzan transversalmente desde la iniciación y desarrollo hasta el alto rendimiento deportivo, se ha visto incrementada la participación de la mujer en el deporte adaptado, elevando sus índices de rendimiento y resultados.
10. La Secretaría de Deportes y el ENARD complementan un sistema de apoyos económicos de manera conjunta, potenciando recursos, evaluando cada día el camino para perfeccionarlo de acuerdo a la dinámica del área.
El desafío desde la gestión de Inés Arrondo es bregar por una sociedad más empática e inclusiva, revalorizando al deporte adaptado, potenciando las estrategias para su continuo desarrollo.
Generar espacios, coordinar políticas provinciales y federativas, ampliar la base de participación desde edades tempranas, impulsar la creación de ligas, potenciar a los RRHH, y articular acciones con la Agencia Nacional de Discapacidad, son algunos de los objetivos que marcarán el rumbo.
Luego de la evaluación exhaustiva no solamente de los resultados obtenidos, sino del camino recorrido, será el momento de consolidar una política de deporte adaptado que nos enorgullezca como nación.
* Subsecretario de Deporte de la Nación
Fuente: Mundo Amateur
5 Setiembre 2021.