El primer capítulo estuvo dedicado a la vida de Wenceslao Pedernera. Los próximos recrearán la historia del padre Carlos Mugica y de fray Mamerto Esquiú
Ser Esencial Por La Patria
El viernes 17/11 se estrenó en la Televisión Pública el Capítulo 1 de la 4a temporada de la miniserie documental Ser Esencial Por La Patria y creo que son buenos tiempos para destacar los productos culturales de calidad, profundidad temática y excelencia técnica.
Cuando las historias de personas reales de alto compromiso con sus comunidades se plasman en relatos audiovisuales creativos que se apalancan en contextos históricos bien concretos, se logran objetivos como este: casi una hora de tele de la mejor calidad.
La vida y la muerte de Wenceslao Pedernera —laico, padre de familia y campesino— fueron el tema de este primer capítulo pero… ¿por qué?
Julio sangriento
Según detalla el sitio Mártires Riojanos, Wenceslao nació en La Calera, provincia de San Luis, en 1936. Vivió una niñez humilde y tranquila junto a sus padres, que se dedicaban a tareas agrícolas, y sus tres hermanos. Cursó hasta 3° grado cuando suspendió sus estudios para ayudar a la familia con su trabajo en el campo. En 1961 se mudó a Mendoza donde aparecerían claramente sus opciones: trabajó como peón rural en la bodega Gargantini, conoció a quien sería su esposa, Coca, y con quien tendría 3 hijas. Por su influencia, se fue acercando a la vida de fe católica: participaba de “misiones populares, semanas bíblicas y recibía asiduamente los sacramentos”.
En su casa se realizaban reuniones del Movimiento Rural de la Acción Católica de la Región Mendoza. Al conocer el Movimiento Rural Diocesano que se vigorizaba desde La Rioja y cuyas propuestas tendían a elevar la dignidad de los trabajadores rurales junto con la organización de cooperativas, Wence fue asumiendo más responsabilidades en la coordinación del espacio a nivel regional. Sus compañeros lo evocan como “pacífico” y siempre “eligiendo la armonía” en la convivencia, aun en los disensos.
Wence y Coca fueron catequistas, juntaban enseres para repartir entre los más pobres de su entorno cercano, leían la Biblia en grupos y, los domingos, escuchaban por la radio las misas que celebraba monseñor Enrique Angelelli en la catedral de La Rioja.
En la noche del 24 al 25 de julio de 1976 Wenceslao Pedernera encontró la muerte de manos de un grupo de hombres armados que lo acribillaron a balazos delante de sus hijas y su esposa. Murió pidiendo a su familia que no odiaran, que ya había perdonado a sus matadores.
Fue en ese mismo mes de Julio del 76 —el 4 exactamente— que en un tranquilo y bello barrio de la ciudad de Buenos Aires cinco hombres de fe católica (tres sacerdotes y dos seminaristas) fueron asesinados en la Parroquia San Patricio. Y más abajo van a entender por qué hago esta memoria, tan triste como imprescindible.
Volvamos a la tele
La realización de este documental en la televisión abierta acompaña la buena digestión de algunos hechos históricos que ofrecen aspectos desconocidos para el público en general.
Wenceslao Pedernera junto con el obispo Enrique Angelelli, fray Carlos de Dios Murias y el sacerdote francés Gabriel Longueville han sido declarados mártires de la Iglesia Católica (los cuatro fueron asesinados en tiempos de la última dictadura militar en Argentina), dieron su vida por manifestar su fe en obras y por haber extremado su amor evangélico por los más pobres de su tiempo. Hoy aquellos cuatro brillan en el mismo cielo que los cinco Mártires Palotinos.
Por eso el preestreno de este Capítulo 1 dedicado a desgranar, como las cuentas de un Rosario, la vida un mártir argentino, se realizó el pasado jueves 16 de noviembre en la parroquia San Patricio donde se conservan las reliquias martiriales de “los cinco”.
Esa fue la ocasión en la que, desde distintos ángulos, se tomó ese segmento de nuestra historia argentina para darle carnadura y voz. Walter Peña y Nicolás Cuiñas —realizadores de la miniserie—valoraron que desde el presente “podamos pararnos y mirar ese pasado y contarlo con el ritmo privilegiado que nos da el relato audiovisual” además del carácter federal “que la Televisión Pública le otorga a todas sus producciones”. Julio Piumato compartió relatos sus tiempos de cárcel; Leo Orlando, como ex alumno de colegios palotinos y director de Cultos de la Cámara de Diputados, ofició de presentador; el padre Pablo Bocca, párroco palotino que abrió las puertas del templo y preparó todo para hacernos sentir en casa; y el padre José María “Pepe” Di Paola —generador de los contenidos de Ser Esencial desde la 1° y hasta esta 4° temporada—señaló que “Ser Esencial pone luz en nuestra historia, la Iglesia de aquellos tiempos y la de estos tiempos tuvo y tiene un compromiso con la palabra, y muchas veces no es comprendida, como ahora”. “El silencio no es bueno -siguió diciendo-, pareciera que esconde secretos. Hacer memoria es hacer democracia. En memoria de los que se jugaron la vida, los mártires riojanos, los mártires palotinos, no podemos callarnos”.
Participaron también de este pre estreno Tristán Bauer, Juan Carlos Schmidt, Alejandro Pont Lezica, las comunidades palotinas y del barrio La Carcova de José León Suárez, y también se recibieron los saludos y adhesiones virtuales de Tati Almeida y Adolfo Pérez Esquivel.
En la despedida, Walter Peña expresó un sentimiento que fue acompañado de un aplauso cerrado en el templo convertido en salón: “Con esta historia de Wenceslao, tengamos presente nuevamente que nunca más tenemos que volver a esos tiempos oscuros”.
La miniserie Ser Esencial Por La Patria podrá verse todos los viernes a las 22:30 hs por la TV Pública y se anticipan para los próximos capítulos la vida del padre Carlos Mugica y de fray Mamerto Esquiú.
Fuente: Infobae
24 noviembre de 2023
Ser Esencial Por La Patria: la miniserie que recrea la vida de mártires argentinos – Infobae