“Más jugadores extranjeros significan reducir recursos para clubes formadores, y menos lugares para futbolistas argentinos”, dice la legisladora.
Dip. Prov. Claudia Giaccone
“La decisión de incrementar la cantidad de futbolistas extranjeros que cada club puede contratar en la Superliga, es menospreciar el trabajo de las instituciones formadoras a la vez que da más impulso a los negocios que se hacen con el deporte, y aumenta la distancia que los clubes de elite tendrán con el resto de la entidades deportivas”, expresó la diputada provincial Claudia Giaccone e integrante del Movimiento Social del Deporte.
La legisladora se refiere a lo resuelto tras una reunión entre la Asociación del Fútbol Argentino, la Superliga y Futbolistas Argentinos Agremiados, donde se aprobó ampliar el cupo de extranjeros permitiendo 6 por equipo. “Esta medida va en el mismo camino que muchas otras que se tomaron, y que parten de un pensamiento basado en el lucro más que en el compromiso con el deporte como escuela de vida”, expresa la legisladora. “Esto se suma a la exclusividad de los derechos de televisación, a la pretensión de crear apuestas online que seguramente serán administrada por privados – ya que el gobierno nacional ha cerrado Lotería Nacional-; y sobre todo a la intención posibilitar el ingreso de capitales privados a los clubes a través de la Sociedades Anónimas Deportivas. Pero además hay sospechas que pueda utilizarse todo este entramado legal para el lavado de dinero, hecho comprobado en otros países, desde los cuales estamos copiando este modelo.”
Ley de “Derechos Formativos en el Deporte”. “Vemos que ahora se piensa directamente en comprar y vender jugadores como si fueran mercancías”, dijo Giaccone recordando que se “encuentra vigente la Ley Nacional n° Ley 27221 “Derechos Formativos en el Deporte” que establece, entre otras cuestiones, un monto del 5% sobre el monto de cada transferencia o contrato de un deportista –entre sus 9 y 18 años de edad- como retribución a las instituciones que tanto hacen en pos de la formación de jóvenes atletas”.
“La Ley está, aunque los clubes grandes digan que no existe una legislación que reconoce dinero a clubes de barrio o del interior que realizan un gran trabajo social, inclusivo y formativo con muchísimo esfuerzo, pero a los que se les niega el reconocimiento a esa labor. Deben entonces llevar los casos a tribunales para ver si logran justicia, y soportar fuertes extorsiones de las instituciones poderosas”, continúa.
La cultura de los negocios. “Los clubes, en los barrios de nuestras ciudades y en los pueblos del interior de Argentina han sido creados para cultivar el encuentro, la inclusión social, la formación deportiva y los valores en la nuevas generaciones. Y ahora se los lleva a que queden librados al trabajo de sus comisiones y de las comunidades que los acompañan, casi al asistencialismo y la subsistencia; mientras en el otro extremo se construye una reducida elite de clubes grandes que tienen todos los beneficios y se quedan con todos los ingresos”, dice. “Estamos con este modelo avanzando a contramano de nuestra historia deportiva, que nos ha distinguido en el mundo. Ya no se trata de fomentar la cultura del deporte, sino de privilegiar la cultura del podio, del éxito, y de los negocios del capital financiero”, concluye la diputada Giaccone.
Fuente: Las Rosas Digital
07 de marzo de 2018