MARIO CABRERA: Un cantor tucumano “Con los curas de la villa”

Jul 27, 2015 | MSD

Por Ignacio Grimaldi

 

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Grabó 14 discos y viajó por el mundo con su música pero no es un rockstar. Conoce muchos rincones escondidos de la Argentina pero no es un agente turístico. Siente un gran compromiso por la causa social. Según él, esto se relaciona con su militancia política desde los 13 años. Hoy es abogado y docente en la UBA. Disfruta ver trabajar a sus alumnos con entusiasmo porque “ellos todavía creen en las palabras: Justicia y Derecho”. Todos estos atributos pertenecen a Mario Cabrera (integrante del MSD) quien, ante todo, se define como un artista popular.

¿Qué significa ser un artista popular?

Un artista popular es alguien que trata de aprender del pueblo para cantar lo más parecido a él. Intenta representar la identidad de éste desde un lugar diferente a la erudición: el paisaje humano. Yo vengo de Tucumán. Por lo tanto, compongo canciones que representan ese gesto. El segundo elemento que utilizo para mantener esa fidelidad es la utilización del lenguaje de todos los días. Las canciones que uno deja tienen que representar la expresión del pueblo, su alegría y su tristeza. Todo esto trasciende el paso del tiempo.

¿Cómo se vinculan la canción Con los curas de la villa y tu impronta personal?

Es una canción escrita por un tucumano para los curas de la villa. Desde esa visión lo hago. Es como tener una cosmovisión amplia con mirada tucumana. La letra sencilla manifiesta una situación de la que formo parte. Por eso, es una canción tucumana dedicada a los curas de la villa.

¿Cómo es el paisaje humano de la villa?

En primer lugar hay mucha gente humilde. Ellos enseñan mucho porque no tienen las distracciones de las cosas materiales. Cuando un rico es amigo quizás está generando una venta. Cuando un pobre es amigo, es amigo en las buenas y en las malas. Cada vez que voy a cantar a la villa del padre Pepe y me encuentro con los muchachos, yo sé que se alegran sinceramente con mi llegada.

Hay más de 600 villas en Buenos Aires, ¿por qué mencionás específicamente La Cárcova en tu canción?

La canción me surgió ahora y Pepe está en La Cárcova. Pero él no es el único. “Con los curas de la villa” también incluye a los de la 21 y los de Caacupé donde me cansé de ir a cantar y de comer el pollo con arroz más rico que uno pueda encontrar. La canción genéricamente menciona un lugar. Yo no vivo ahí, solo me encuentro con mis amigos. Hacer alusión a los curas de La Cárcova también incluye a los de Tucumán y todos los curas villeros.

¿Por qué con los curas villeros?

Porque añoro la política que no tenía un interés personal y se dedicaba al mejoramiento de las situaciones de los demás. Extraño esa entrega de generosidad sin cálculos ni especulaciones. Yo he visto eso en los curas de la villa.

¿Qué quiere decir sin cálculos ni especulaciones?

Después de los años de la dictadura, vinieron dirigentes políticos que me llevaron de desilusión en desilusión porque detrás de todo el fin siempre estaba su propio beneficio. Por el contrario, el cura villero acciona con el más bello interés. Lo hace con los demás y por los demás. Comen y viven en la villa. Eso es un gesto maravilloso porque es una visión de querer aprender y compartir todo con los demás ya sean charlas, el frío y las pequeñas cosas.

¿Cuál fue el primer contacto que tuviste con un cura villero?

Fue con el Padre Amado Dip que no era villero. Lo conocí en la época del 70 en medio del Tucumanazo. Yo tiraba piedras de caradura porque no había mucha organización. Entonces, el Padre Dip dio una misa porque muchos estudiantes compañeros habían sido detenidos. Ésa fue la primera vez que tuve vínculo con un cura comprometido con la causa social, es decir, en medio de una protesta.

¿Identificás a los curas villeros con la protesta social?

Están inmersos en una burbuja donde algunos derechos están vulnerados. Yo identifico a los curas villeros con los que conocí en San Gerardo durante mi infancia tucumana. Ahí, vivía dentro de una parroquia donde hice mis primeros amigos y aprendí a jugar al fútbol. Era algo más que un centro religioso. En este punto, los curas de San Gerardo se parecían a los de la villa ya que su espacio lo transformaban en un lugar de encuentro social. Hay sacerdotes que son unos malparidos pero, éstos fueron buenísimos.

¿Cuáles son “los secretos del alma popular”?

Es muy fácil tener fe cuando dormís calentito y siempre tenés para comer. Pero, cuando estás en medio de la orfandad económica, ¿qué es lo que te hace creer? Ese misterio es un secreto que los pobres tienen guardado adentro. Solamente se aprende conviviendo con ellos. A los pobres no hay que enseñarles, sino que hay que aprender de ellos. Yo voy a la villa para aprender y aprehender.

¿Para qué compusiste la canciónCon los curas de la villa”?

Yo hago catarsis cuando compongo. En el inicio de la canción está bien marcado cuando digo que estoy harto de los hombres de saco y corbata que trabajan para un interés antipopular y engañan miserablemente a la gente. También es cierto que hay muchos que desean ser engañados para utilizar esa mentira como defensa de sus argumentos. En consecuencia, ese hartazgo lo traduzco en canción en vez de ir al psicólogo.

¿Por qué cantás?

Me hace bien cantar. En un momento iba a dejar de hacerlo debido a una muy grande desilusión que sufrí por un amigo. Una tarde, me crucé al Tano Petroccelli y me preguntó qué andaba haciendo. Le comenté que iba a dejar de cantar y me respondió: “No podés dejar de cantar porque tu voz no te pertenece, es algo que te fue dado y tenés la obligación de compartirla”. Es por ello que cada canción es una parte de mi vida, un testimonio.

Si te dijera que mañana te quedás sin voz, ¿cómo sería tu última canción?

Trataría de dejar un mensaje para los tiempos de los tiempos: que amen este país porque es hermoso. Por otro lado, para los que viven en este tiempo, me gustaría decirles que aprendan a ser menos egoístas ya que la mayor riqueza está en el otro.

La misión social de la Iglesia

Hace más de 2 años nuestra Misión San Juan Bosco viene luchando por la inclusión de niños y jóvenes, trabajando en prevención y recuperación. Son muchos los chicos y jóvenes que en las capillas de nuestro barrio logran, mediante el catecismo, el deporte, el campamento, los apoyos escolares y centros educativos, andar un camino firme por el que crecer sanamente. Tampoco miramos para otro lado cuando tenemos que poner nuestros ojos fijos en los caídos por la droga, dándoles una mano para su recuperación a través de nuestro centro Gaucho Antonio Gil.

El gobernador Daniel Scioli vino a apoyar una iniciativa fundamental para nuestra tarea con los adolescentes y jóvenes que tienen que ir a aprender un oficio; eso significa ocupar bien el tiempo para así, el día de mañana, poder tener un trabajo. Esta es la Misión Social de la Iglesia: la que hicieron Don Bosco, Don Orione y tantos hombres de fe; es una Misión que brota fundamentalmente del Evangelio y no de la política.

Hay dos edificios que cobijarán a los jóvenes; uno, la Capilla del Milagro (edificado por el Ministerio de Educación) para chicos de La Cárcova y el otro, en San Francisco Solano (edificado por la Iglesia Católica Italiana) para jóvenes de Curita, 13 de Julio e Independencia). La Escuela se llamará “San Romero de América”, Número 407, y es nuestro homenaje al obispo que luchó por la dignidad de los jóvenes más vulnerables de su país.

Te invitamos a participar de esta Iglesia comprometida con tu barrio.

 

Padre Pepe

Fuente: La Carcova New Nº 4 – Director Alver Metalli

Julio 2015

 

 

 

 

 

 

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