Con sus tres modalidades, según el arma que se utilice, es un deporte que está en pleno desarrollo en nuestro país. Datev Nahapetyan, integrante de la selección de espada femenina y Sergio Turiace, DT de la Federación Argentina, cuentan los detalles de la actividad.
Por Ignacio Genovart
La historia marca que, hace 187 años, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, fue uno de los impulsores de la esgrima. Era una actividad que había visto en las guerras y, como le causaba intriga, decidió invitar a su hogar a dos maestros para un asalto.
Andrés Facundo Cesáreo derrotó al maestro Lamesa, quien mantenía una estrecha relación de amistad con Rosas, en el evento oficial. La derrota molestó al Jefe de Estado y decidió suspender el duelo. En 1879, tras el fallecimiento del dirigente político, Cesáreo regresó y, con él, comenzó el desarrollo de esta actividad.
La esgrima forma parte de los cinco deportes olímpicos originales y, pese a sus comienzos con algunos rasgos de violencia, se caracteriza por ser sumamente seguro en la actualidad. Se deben utilizar guantes, mascarilla y un traje de kevlar (mismo material que se usa para fabricar chalecos antibalas).
“En la mayoría de los clubes, se facilitan los materiales para las primeras clases. Lo único que se necesita es pagar la matrícula, la cuota social. Y, si se continúa, hay que comprar todo el equipamiento necesario. Los costos no son muy económicos”, cuenta Sergio Ricardo Turiace, Director Técnico Nacional de la Federación Argentina de Esgrima.
Turiace tiene una vasta trayectoria: fue representante Olímpico en Los Ángeles 1984 y Seúl 1988. Además, ganó el Olimpia de plata 1983, 1987 y 1988 y se desempeñó como Técnico Olímpico en Sydney 2000, Atenas 2004 y Beijing 2008.
“La esgrima es un deporte de combate individual, donde se enfrentan dos competidores, que deben intentar tocarse con un arma blanca. No existe un contacto cuerpo a cuerpo, lo que lo diferencia de otras disciplinas como el judo, el taekwondo y la lucha, entre otras”, describe.
Vale destacar que, en esta actividad se pueden diferenciar tres modalidades, en función del arma que se utilice: sable, espada y florete.
Y continúa, a título personal: “La familia es lo más importante e, inmediatamente, está la esgrima. Además de ser mi pasión y mi hobby, es mi medio de vida. Soy director técnico. Me abrió puertas para trabajar en distintas áreas de interés. A los 10 años conocí el deporte y, desde ahí, me enamoré”.
Más allá del desarrollo de la actividad en sí, el ENARD contribuyó para que avance a pasos agigantados en los últimos años: “Antes las familias se tenían que solventar los gastos y hubo gran deserción de talentos. No llegaba siempre el mejor, sino el que más dinero tenía, era muy injusto el sistema. Todo cambió con la creación del ENARD. Se puede tener hasta una prepaga… Esto hace más sencillo el día a día para deportistas y técnicos, podemos encarar una preparación adecuada y estar a la altura”.
En la misma sintonía, Datev Nahapetyan, integrante de la selección nacional mayor de espada femenina, afirmó a C5N que “es como jugar al ajedrez mientras bailas, requiere la estrategia y paciencia del ajedrez, pero con la gracia del baile”. Y resumió la actividad en pocas palabras: “Es el arte de tocar sin ser tocado”.
“Ocupa casi la totalidad de mi vida, espero que en un futuro pueda vivir de eso, pero sino no me frustraré. Estoy haciendo la Licenciatura en Ciencias Biológicas en la UBA, para complementarlo con el deporte”, reconoció la deportista.
Al igual que Turiace, destacó la importancia del ENARD para el crecimiento: “La mayor dificultad siempre es por la parte económica, nosotros subsistimos por las becas del ENARD y la Secretaría de Deportes. Ayudan de una manera significativa”. A su vez, agregó: “Siento que podemos seguir creciendo a nivel nacional. Mendoza, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires concentran la mayor densidad de la actividad, por lo que tengo esperanza de que se difunda en otras provincias”.
Y concluyó: “Cada vez somos más reconocidos por los medios, pero poco por el público. Tengo compañeros que son medallistas panamericanos, en Copas de Europa y nadie se entera, a menos que estés en el mundo de la esgrima. Es mucho el esfuerzo que hacemos. A veces se siente que si no es fútbol no es nada. Hay talento, pero hay impedimentos económicos que no te permiten avanzar”.
Fuente: C5N
20 enero de 2023
Los secretos de la esgrima, el arte de tocar sin ser tocado que impulsó Rosas (c5n.com)