Personalidad destacada en la Legislatura porteña
Por: José Luis Ponsico (*)
De Julio Ricardo López Batista se puede aludir al periodismo de «Raza». Su padre, José López Pájaro, periodista del oficio gráfico, los´50. Fundador del diario «La Mañana», Mar del Plata, fines de los´40, cuando su hijo vivía la fantasía de los Torneos Infantiles «Evita». Ahora, a los 85 años y más de seis décadas de trayectoria, alcanzó el halago «Personalidad destacada», de la Legislatura porteña. Honra la profesión.
El cronista que escribe supo de su enorme generosidad cuando en los´60 Julio viajaba a Mar del Plata a cubrir acontecimientos. De pronto en la previa de una goleada del Santos a River, febrero del 67, 4-0, en la cabina Julio brindando su apoyo. «Anotá, te va a servir. En el viaje» Pelé» y toda la orquesta, hacían jueguito entre los asientos en pleno vuelo. Te va a servir para las apostillas». Inolvidable. Un grande.
Crónicas en el diario «La Capital», guionista de lujo para el iniciado. Antes Julio que no era especialista en Automovilismo, en la fatal Vuelta de Olavarría, domingo 3 de marzo del´63, alcanzaba su primera fama. En el avión del grupo de periodistas, junto a Elias Sojit, el ahora homenajeado daba la triste noticia: «Estamos en condiciones de adelantar que Juan Gálvez ha muerto en el vuelco …» Casi llorando
Por entonces, apenas 25 años, Julio Ricardo llegaba a la televisión porteña. Mucha «pinta» tiempos de los «grandes» de la radio y la tevé «Cacho» Fontana, Antonio Carrizo, Héctor Larrea. Asimismo, la fama Enrique Macaya Márquez desde Canal 7. El resto, Cherquis, Niembro, Pagani, Araujo, la «legión» iba atrás. El testimonio de Diego Carbone, legendario comunicador de esa época, resume el paso del tiempo.
«Julio Ricardo junto a Silvio Marzolini y Roberto Perfumo llevaban al público femenino a hablar de fútbol. Tipos con tanta «pinta» que le daban un toque distinto al deporte que históricamente movilizaba miles de personas del género masculino. Solamente. En sus comienzos su padre fundaba el Círculo de Periodistas Deportivos y le daba prestigio al oficio de ambos.
La raza acompañó al laureado. Aunque en el caso de Julio Ricardo, no solamente ha sido el periodismo lo que lo distinguió. «Nunca ocultó su peronismo, herencia paterna». Así, describió Nora Laffont, otra figura de los Medios desde los´60, «la Dama del Espectáculo». Hallazgo de Martín García, mentor de la «Trinchera» peronista en el difícil tránsito por los Medios que expresan oposición a las ideas del Gral. y Evita.
La fama del periodista apuesto, 1.80 estatura, elegante, carismático, enriquecida a partir de lo´70. ´Condujo mayoría de ciclos de inolvidables Polémicas futboleras. Tiempos difíciles por interregnos con dictaduras y censura. Julio Ricardo como si fuera Surf siempre desde su condición de gran profesional pudo sortear «las olas» del «Mal».
Acompañó al dirigente Víctor F. Lupo, uno de los fundadores de la Liga Justicialista del Deporte en los´80, siguiendo el camino trazado por el recordado médico sanitarita, Dr. Ramón Carrillo, «el Deporte es Escuela de Vida». La aplicación a los pibes para seguir el curso de una vida sana. Siempre alineado a la Doctrina, a la educación y los hermosos recuerdos.
Uno de ellos, el Senado de la Nación, a través de la Comisión de Deporte, localizado por el ex-futbolista Juan Carlos Guzmán, en 2019 al tiempo de los 70 años de los Torneos Infantiles Evita, Julio Ricardo en el Salón Azul, de actos, tuvo a su cargo el recuerdo. Rodeado de los «sobrevivientes»: José Francisco Sanfilippo, Antonio Garabal, José Bernabé Leonardi, Luis Maidana, Carlos Arredondo. Las glorias.
Tiempo después, otro acto, plena pandemia, Julio Ricardo vivió con tristeza los fallecimientos de Amadeo Carrizo, Silvio Marzolini, el duro tucumano José Rafael Albrecht, Osvaldo «Chiche» Sosa, José Bernabé Leonardi, popular «Ratón, antes Juan Carlos «Chango» Cárdenas, en el recuerdo racinguista sin olvidar a Juan José Pizzuti y Oscar Raimundo Martín, glorias de Racing, campeón Mundial Interclubes.
El gran Julio entre amigos, siempre evocaba a su padre, amigo en su momento del todopoderoso Raúl Apold, el edecán del Gral. Perón en el aparato oficial de Medios de Comunicación, 1946-55, cuando decía: «Una cosa es el éxito, otra distinta es tener prestigio». En todo eso, Julio cumple el apotegma de su padre.
En la del Senado emocionó a las glorias recitando un himno juvenil de los años 1949, 50 y 51. «A Evita le debemos gratitud …» casi todo de memoria. Habían pasado 70 años. La memoria deportiva y política uno de sus atributos.
(*) Columnista Mundo Amateur, La Señal Medios, Agencia Nacional y Popular, AGN Prensa y De Memoria