El adiós a Osvaldo Suárez, el último maratonista de una época inolvidable

Feb 20, 2018 | Deportistas en el Recuerdo

 

 

El triple campeón de la San Silvestre y cuatro veces ganador de los Juegos Panamericanos falleció anteayer, a los 83 años Crédito: Gentileza Víctor Lupo

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Se tomaba el colectivo desde Avellaneda a los 80 años, y no importaba si castigara el frío, lloviera o el calor del sol retumbara las cabezas de los corredores en la pista del Cenard, Don Osvaldo Suárez llegaba y se encontraba con ese grupo de chicos, adolescentes o adultos que quisieran iniciarse en el atletismo. El atleta que fue dueño de la tradicional carrera San Silvestre en su época de oro, cuando la ganó consecutivamente en 1958, 1959 y 1960, el deportista que la Revolución Libertadora decidió dejar afuera de los Juegos de Melbourne 56, a pesar de que sus marcas eran los mejores del planeta en maratón- dos minutos por debajo del checo Emil Zatopec- , el hombre que recogió el legado de Juan Carlos Zabala, Delfo Cabrera y Reinaldo Gorno, el corredor que ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Panamericanos no abandonaba su afán de seguir enseñando. Como lo hizo con Miguel Sánchez, el atleta desaparecido durante la última dictadura cívico- militar de 1976. «Osvaldo tiene que ver con la historia del deporte argentino y con la historia del país», afirma el periodista Guillermo Blanco en diálogo con LA NACION, quien lo recuerda como un tipo «simple, muy de pueblo».

Otro periodista e historiador del deporte, Víctor Lupo, que escribió sobre él en «Historia política del deporte argentino» no duda en afirmarlo: «Creo que fue el mejor atleta que tuvo la Argentina. Por los títulos, por lo que sufrió y por la época en la que corría. Lo superaba todo. Era una cosa muy difícil que se llegara a la fama que él tenía y mantuviera la humildad como lo hizo».

«Era un buen tipo. Nunca hablaba de más. Fue un sufrimiento muy grande para él lo del 56. Y cuando fue a los Juegos de Roma, no sólo aparecieron los africanos, sino que habíamos quedado muy lejos de todo. Los argentinos comían carne cuando todos los demás comían pastas. El médico le había dicho que no tenía que tomar agua, por ejemplo. Llegó deshidratado a los 25km, y ahí tomó agua, y después terminó noveno. Y durante 17 años fue récord argentino. Fue muy grande. Es un gran dolor», lo lamenta Lupo.

Alberto «Beto» Rodríguez, referente histórico del atletismo paralímpico argentino y vicepresidente del Comité Paralímpico Argentina (COPAR), compartió espacio de entrenamiento con Don Osvaldo, y aún más importante, recibió sus consejos para correr la carrera San Silvestre, que se llevaba a cabo en la medianoche del año nuevo. Nueve veces ganó Rodríguez en San Pablo y todavía atesora como si fuese oro esas charlas con el maestro. «Era gente humilde. El tenía un perfil muy lindo, un perfil bajo. Era recontra respetuoso. Una persona que adoro muchísimo. Totalmente desinteresado. Además, era un superdotado como atleta», lo elogia Beto. Y recuerda un gesto que jamás olvidará: «El tenía un local en la calle Curapaligüe y en los 80 siempre me conseguía ropa de Adidas cuando a mí no me conocía nadie».

Guillermo Blanco rememora las extensas charlas que tenía con Don Osvaldo, que luego continuaron por teléfono. Dice: «Tengo una imagen. Cuando él dejó de ir al Cenard y yo le decía: «Osvaldo, el banco lo está esperando». Al lado de la pista había un banco de plaza blanco, bajo un árbol, y él trabajaba desde ahí. Y ahora ese banco está solo».

Fuente: La Nación

18 febrero de 2018

https://www.lanacion.com.ar/2110169-el-adios-a-osvaldo-suarez-el-ultimo-maratonista-de-una-epoca-inolvidable


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