El presidente de la Federación Argentina de Deportes sobre Silla de Ruedas y entrenador del seleccionado argentino de atletismo adaptado, celebró el respaldo de Diputados a la Ley de Emergencia en Discapacidad, pero planteó la necesidad de ‘seguir militando’ el rechazo al veto.

El deporte adaptado argentino celebró como un triunfo el rechazo de la Cámara de Diputados de la Nación al veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Uno de sus referentes, el ex atleta, entrenador y dirigente Juan Carlos Rodríguez, destaca -además del resultado de la votación- la visibilidad que la discusión parlamentaria le dio a una problemática que gran parte de la sociedad sigue considerando ajena.
“Te lleva una vida ganar espacios desde la discapacidad y lo digo con conocimiento de causa, porque soy tercera generación de poliomielitis en Argentina, de la época de la última epidemia que hubo en el país; y por poquito que se haya avanzado, cualquier retroceso duele mucho”, enfatiza.
‘Beto’ Rodríguez tiene 63 años, es oriundo de Escobar y acredita una extensa y destacada trayectoria en el deporte. Fue basquetbolista y maratonista (nueve veces ganador de la tradicional San Silvestre de Brasil) y presidente del Comité Paralímpico Argentino (2018-2022), y actualmente es la máxima autoridad de la Federación Argentina de Deportes sobre Silla de Ruedas y entrena a alrededor de 70 atletas que integran el seleccionado nacional paralímpico, incluida la riotercerense Milagros Ferreyra.
«Se dijeron barbaridades para tratar de fundamentar algo que no podían tapar y que saltó con la salida de Spagnuolo (Diego, ex director de la Andis), como que era mentira que hay seis millones de personas con discapacidad en la Argentina”.
“Por lo general, las personas con discapacidad no son visualizadas, y el deporte ayuda mucho a cambiar la mirada de la sociedad respecto a nosotros”, destaca Rodríguez, quien también se desempeñó como secretario de Deportes de la Provincia de Buenos Aires entre 2008 y 2009. “Lamentablemente, hay un retroceso evidente en una gran cantidad de cosas, y una falta de respeto del gobierno nacional hacia muchos sectores de la sociedad. En nuestro caso, se dijeron barbaridades para tratar de fundamentar algo que no podían tapar y que saltó con la salida de Spagnuolo (Diego, ex director de la Andis), como que era mentira que hay seis millones de personas con discapacidad en la Argentina”, considera.
“Es muy difícil cambiarle la cabeza a una parte de la sociedad, porque la mayoría de la gente no le da valor a la discapacidad hasta que no le toca de cerca. Hoy es una problemática que afecta al 20% de los argentinos, y esa cifra seguramente va a seguir aumentando”, puntualiza.

/// CEDOC PERFIL
Derechos en riesgo
A diferencia de muchas personas involucradas en el tema discapacidad, Rodríguez no se muestra sorprendido por el abandono del gobierno nacional: “Antes del balotaje presidencial de 2019 dije que no se podía votar a Javier Milei, porque representaba un peligro para la sociedad, y el tiempo me dio la razón”. “En aquel momento, el tipo me generaba preocupación, pero realmente no pensé que iba a ser tan duro”, reconoce.
“Desde pibe siempre me gustó mucho la historia y leí bastante sobre cómo empezó la Segunda Guerra Mundial, y hay muchas cosas que se dicen en este gobierno y remiten a los relatos de Joseph Goebbels. No olvidemos que en la Alemania nazi los discapacitados fueron los más desafortunados, siendo asesinados o utilizados como conejillos de indias. Es durísimo decirlo de ese modo, ¿pero cuán lejos estamos de aquello?”, señala.
«Falta la media sanción del Senado y aunque ahí la cosa parece estar más tranquila, uno nunca sabe qué puede pasar, porque esta gente no te da tiempo de llorar el muerto de ayer”.
“No tengo militancia partidaria, pero sí defiendo mis ideas y tengo claro cuáles fueron las gestiones en las que hubo un crecimiento de derechos y que puntualmente favorecieron al colectivo de la discapacidad”, sostiene el entrenador y dirigente deportivo, y relativiza el amague de judicialización de Milei: “Está diciendo que va a llevar el tema a la Justicia, pero no puede hacerlo porque acá está en vigencia un tratado de la ONU, al que Argentina adhirió”.
“Pasa que este muchacho es un ignorante, no sabe nada, y vive en una burbuja, igual que muchos de los que lo rodean, como esa legisladora (Carmen) Álvarez Rivero, que exhibe un egoísmo total, o el mismo Luis Juez, que ahora se acordó del tema discapacidad pero votó la Ley de Bases, que le dio a este tipo (Milei) la potestad para hacer lo que quiera”, añade.
“Hay que seguir militando el rechazo al veto. Falta la media sanción del Senado y aunque ahí la cosa parece estar más tranquila, uno nunca sabe qué puede pasar, porque esta gente no te da tiempo de llorar el muerto de ayer”, dice ‘Beto’. “Son migajas lo que se está pidiendo, ni siquiera es un aumento. Lo que se está reclamando es que no saquen las prestaciones básicas”, enfatiza.

¿Dónde está la plata?
Rodríguez también levanta la voz para denunciar el desfinanciamiento de la discapacidad en el ámbito del deporte. “Cuando asumió este gobierno, nos limpiaron de un plumazo la mitad de las becas, sin ninguna explicación ni fundamento”, señala.
“Está todo para atrás y nadie te responde nada”, añade, y hace hincapié en “el abandono” del Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). “Eso también preocupa. Allí no hay inversión desde hace rato, y se trata de un lugar ideal para los deportistas discapacitados, por infraestructura y cercanía, y porque es un espacio inclusivo donde nadie los mira raro, ni tienen que pagar derecho de piso. Ya quisieron venderlo y no pudieron, porque hubo resistencia, pero no se van a quedar quietos. Ellos lo ven como un nuevo Puerto Madero”, apunta.
Al ajuste ya lo venimos padeciendo desde 2018, cuando el gobierno de (Mauricio) Macri sacó el financiamiento al alto rendimiento a través de un impuesto a la telefonía celular. Desde entonces, al deporte paralímpico le toca entre 3 y 4 % del monto disponible, siendo que en los Panamericanos de Lima 2019 y en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y Paris 2024 sacó más medallas que el deporte convencional.
“En Diputados hay dos proyectos para restituir el financiamiento para los atletas de elite, uno de (Hector) Baldassi que no contempla al deporte paralímpico y otro de (Rogelio) Iparraguirre, que lo equipara al deporte convencional”, acota.
“Cuando asumió este gobierno, nos limpiaron de un plumazo la mitad de las becas destinadas al deporte paralímpico, sin ninguna explicación ni fundamento”.
“De la partida que el gobierno nacional asignó al deporte en los dos últimos años, que son $ 12.900.000.000, la ejecución fue del 35% en 2024 y del 20% en 2025; y se distribuyó el 0 % a los clubes de barrio. ¿Dónde está la plata? En dos años, nos robaron un 70% del presupuesto”, puntualiza.
“En Argentina tenemos entre 4 mil y 6 mil personas con discapacidad cuya actividad está directamente relacionada con las instituciones deportivas”, explica Rodríguez. “Después están los Juegos Evita, que antes reunían entre 20 mil y 30 mil deportistas entre convencionales y adaptados, y cuyos recortes de categorías y disciplinas implicaron una disminución de entre el 70 y 80 por ciento en la participación de los discapacitados”, agrega. “Esto último es gravísimo, porque en el caso de algunas patologías, cuando tienen la edad que los habilita para poder participar, ya es tarde”, subraya.
Finalmente, Rodríguez destaca la importancia del deporte en el tema discapacidad: “En nuestro caso, es fundamental para extender la calidad de vida. Y es el medio de inclusión más directo, el que tenemos más a mano”.
Fuente Perfil Córdoba