Por José Luis Ponsico *
A las 8.30 del miércoles 21 de febrero recibí la triste noticia. Leandro, mi hijo; me escribió: «Tristeza, murió Jorge Risi». Llamá a Víctor Lupo.
Algo fuerte me atravesó. Se estaba yendo un gran amigo de la vida. Un hombre de enormes valores
Se estaba yendo el «Chiquito» Risi, como lo apodaban sus amigos de toda la vida. Jugador de las inferiores de Lanús. Empezando por una gloria del fútbol argentino de los años´50 y 60.
El notable defensor José Manuel Ramos Delgado, querido «Negro». «Crack» de Lanús, River, la selección nacional, Bánfield y el Santos de Brasil. Nada menos.
Jorge Risi pequeño gladiador de la vida. Un hombre con enorme compromiso social. Militante de izquierda «de los de antes»: Todo en función del drama de los pobres. Nada para él mismo.
En la crisis del Comunismo, como partido político «de izquierda» en la Argentina del régimen del duro Gral. Onganía, 1967/68, el querido Jorge Risi optó por el drama de China, donde Mao enfrentaba la pobreza extrema y fundaron el PCR.
Desde ahí en adelante, a 65 «años luz» su militancia política estuvo cercana al peronismo. Lucharon hasta el mismo 24 de marzo de 1976 defendiendo al gobierno constitucional. El mismo decía: «Los que vivimos sin lujos. Con lo esencial.»
No se le conocía auto, viviendo en un departamento alquilado de dos ambientes en zona del Once. Con la alegría de su vida remitida a la felicidad de sus hijos, sus amigos, los afectos que le dejó la vida de un sobreviviente, llamado Roque Alonso, durante la sangrienta dictadura.
Acompañó a su amigo de vida, Victor Lupo, en la subsecretaría de deportes de la nación, hasta que ese gobierno no los aguantó más en sus discrepancias. Pero por lo que habían luchado lograron hacerlo realidad. Hacer funcionar el Consejo Nacional del Deporte (CO.NA.DE.) propuesta en la Ley del Deporte del General Perón. Luego ocupó cargos en Deportes de la Provincia de Buenos Aires. Uno de los funcionarios de «Torneos Juveniles Bonaerenses». Varias ediciones desde 1992/98 donde miles de pibes vivieron la ilusión de conocer la Costa Atlántica.
Y hasta viajaron por el mundo. Chicos y chicas del Gran Buenos Aires. De hogares con la problemática social del Conurbano profundo, intenso. Jorge con su humor onda Groucho Marx era feliz. «La clase obrera va al paraíso» decía.
Hincha sufrido de Huracán. «El fútbol del globito» (Menotti´73) nos puso muy arriba en el recuerdo de un fútbol bien jugado. Evocaba a Babington, Brindisi, Houseman, Avallay y Larrosa. Hijos de hogares no lujosos. Los chicos de barrio, del potrero»
Tipo noble. De valiosa formación cultural. Sabio, prudente. A veces «picante». Nunca entregado «a nada». De espíritu rebelde, sin estridencias. Nunca levantaba la voz. Lo suyo fue la profundidad del pensamiento. Amante de todas las revoluciones sociales.
De pronto, sonriente por la rebeldía en Francia por los «chalecos amarillos» ante la suba del costo de vida, combustibles, transporte, alimentos. » ¿Vieron lo que pasó en París?,los manifestantes quemaron 500 autos. Macron no la vió venir ?», sentenció
Inolvidable. Pasaron casi 45 años. Siempre le decíamos: «Jorge, ojo, los «Chiquitos». ¡Estás con (Martín) Pando, gran organizador de juego!». Respuesta al toque: «¡ Sí, pero prefiero que me compares con (Alberto) «Toscano» Rendo, de Pompeya y Huracán»
Un incunable. Las personas como Jorge Risi no se reponen.
* Columnista de Mundo Amateur. La Señal Medios. Libre Expresión. Agencia Nacional y Popular
Fuente: Mundo Amateur26 febrero de 2024