JJ. OO. Tokio 2020: La odisea del judoca que concluyó gracias a una mano villamariense

Jul 24, 2021 | Política deportiva, Últimas Noticias

El tucumano Emanuel Lucenti debió superar un sinfín de adversidades y hasta quedarse varado en Georgia. La gestión del empresario villamariense Ricardo Fernández Núñez fue crucial para que el deportista pueda habitar hoy la Villa Olímpica. El judoca agradece y brinda su testimonio

Entrevista Daniel Rodríguez

«Vendí todo para poder llegar acá, no vendí el auto porque no pude”, dice del otro lado del teléfono Emanuel Lucenti (36), judoca tucumano que el próximo lunes a las 23 competirá su primera eliminatoria en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 (dentro de la categoría masculino -81 kilogramos). Será su cuarta presencia, ya que anteriormente estuvo en Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.

Al momento del contacto no sabía quién iba a ser su rival ya que el sorteo no se había realizado, pero él ya viene motivado, sin nervios y sabe mucho acerca de qué significa ese deporte.

Lucenti es de Tucumán, pero radicado en Santiago del Estero y debió tragar mucha saliva y pasar momentos duros antes de ocupar su cama en la villa olímpica. Pero, dentro de toda esta historia hay un hilo que lo une con nuestra ciudad, y con uno de los hijos de esta tierra.

Ricardo Fernández Núñez, un actor solidario vital para esta historia

A orillas del Mar Negro

Mucho antes de que toda la existencia mutara por el COVID-19, Lucenti viajó a Georgia, un país ubicado entre Asia y Europa. Por costos, ese era el mejor lugar para poder entrenarse, volver al ruedo y prepararse para los JJ.OO. Pero todo se complicó y terminó siendo uno de los miles de varados que quedaron sin poder regresar al país. Al no tener Embajada argentina en Georgia, todos los trámites debían realizarse en Turquía (también sobre la costa del Mar Negro). Allí estaba él, su esposa Agostina y su hijo Camilo. Luego se sumó su hermana y su madre. Todos terminaron padeciendo un viaje que estaba ideado para dos meses y terminó llevando cinco (sumado a un sinfín de mudanzas y complicaciones). El necesitaba volver al ruedo, levantarse como lo hizo siempre, pero esta vez fue más difícil de lo pensado, de igual modo lo superó.  Pese a ser eliminado prematuramente en los certámenes de eliminatoria, gozó de la ventaja de situarse en el escalón 46 del ranking mundial de la Federación Internacional Judo (JJF) de su categoría y alcanzó uno de los cupos para la cita internacional.

Respecto a la dramática situación que tenía a toda la familia en un mar de incertidumbre, hubo entrevistas con medios de prensa nacionales y mucho más. Esas fueron algunas de las últimas estrategias de visibilidad, ¿cómo era posible que un deportista de este calibre esté padeciendo la falta de respuestas?

Pero no todo estaba perdido, una mano amiga se ofreció a colaborar para que él pueda retornar a su Patria. Se trata de un empresario y vitivinícola argentino que no era nada más ni nada menos que Ricardo Fernández Núñez, villamariense radicado desde los 90 en Europa del este y que durante los últimos meses formó parte de acciones solidarias tales como la de la repatriación de argentinos varados en Ucrania por un caso de gestación solidaria o de una familia bonaerense que necesitaba destrabar una cuestión burocrática en Rusia para poder reunirse con sus hijos.

Hoy, instalado en Tokio, con doce horas de diferencia, el judoca agradece y dialoga en exclusiva con El Diario horas antes de tener que llevar adelante una competencia que todos seguiremos muy de cerca y haciendo fuerza.

“Ricardo se hizo cargo de todo y nos ayudó a volver. Si bien demoramos en el tiempo y en la logística, sin él no sé qué hubiese hecho. Estábamos con mi hijo que tenía 1 año recién cumplido, pero no solo fue eso, sino también la enorme contención que nos brindó, fue una mano enorme”, dijo el judoca.

Con ese marco, el traslado se hizo posible, el ansiado vuelo apareció y tras algunas escalas, volvió a pisar suelo argentino. Se precisó una logística e ingeniería superadora. Si bien los pasajes para volver estaban pagos por ellos mismos, no les servían para ese momento. Ahí también estuvo la mano del villamariense y se puso en marcha un emocionante engranaje que superó los obstáculos necesarios para esta emergencia. Fue algo más que lo económico, fue algo meramente humano.

“Dinero de mi bolsillo”

Respecto a su situación actual, el deportista debió trabajar muchísimo para poder estar donde está.

“Tuve una lesión en la espalda y ya venía sufriendo una baja de apoyo (económico). Después de los JJ.OO. de Río de Janeiro me redujeron un 60% y también en el caso de los viajes: muchos fueron de mi bolsillo, sobre todo en 2018 y solamente dos fueron financiados por Argentina. Empecé mi camino solo y después de un Panamericano donde no obtuve medallas, no pude presentar mi examen. Me sacaron la obra social y tuve que seguir bancándome todo. Ahora, en estos últimos tres torneos revertí la clasificación y aquí estoy”, detalló.

En este punto no podemos pasar por alto que en la categoría femenina se encuentra otra “luchadora”: Paula “la Peque” Pareto (-48 kg), quien también repite por cuarta vez consecutiva.

Para ponerle más palabras y detalles a lo padecido en el camino, el tucumano rememoró: “Fui sacando préstamos, recibiendo dinero de mi familia… de todos lados recibí apoyo. Hoy estoy apoyado por mi provincia y mi sponsor Daedo (una marca de quimonos); siempre fui buscando la manera de abaratar todos los costos, y por ejemplo quedarme en un hostel y después en un hotel, fue algo desgastante a nivel psicológico y físico, pero sabía que era la única manera de que pueda seguir en carrera”.

Si bien desde mayo la Nación lo está apoyando, porque así debe ser, la clasificación completa (tal vez lo más importante) fue encarada con los recursos de su provincia y la marca que representa.

“En mi familia juntaron plata, muchos amigos me han ayudado cuando los necesitaba y hasta tuve que vender equipamientos tales como masajeadores, ultrasonidos, cosas que yo tenía para ayudarme… no vendí el auto porque no pude”.

“En esta clasificación he perdido mucho dinero, nadie puede hacerse millonario siendo deportista olímpico, al contrario, tuve que poner plata de mi bolsillo para clasificar. Obviamente, uno siempre tiene sus cosas por afuera y va buscando la alternativa, no es un deseo de ser rico, sino de tener estabilidad”, reflexionó.

Todos los padecimientos atravesados hoy tienen su premio y su recompensa. Y no hablamos de metales, hablamos de un objetivo cumplido. A pesar de estar “prácticamente retirado”, según definió, un diálogo con su compañera de vida, teniendo en cuenta la importancia de la crianza de su amado hijo y ni qué hablar de la situación económica, si es algo que todos vivimos, las cosas no pintaban bien, pero él decidió tomar la brocha, ponerse el overol y pintar su destino: “Me propuse dedicarme a un ciento por ciento, por la lesión que venía arrastrando”, ratificó desde la isla nipona.

“Como un padre”

Volviendo a la figura de Fernández Núñez, con quien aún mantiene un contacto fluido, el deportista lo define como “un gran apoyo”, y se explayó: “Es una persona sencilla e inteligente. En muchas dudas he acudido a él como un padre por la visión del mundo que tiene. He tomado muchos consejos que me han sido valiosos y es parte de mi grupo chico. Es alguien súper importante para mi familia, tiene una memoria increíble y se acuerda de cada uno de nosotros y todos le tenemos respeto por todo lo que hizo y por su interés. Repito, no es solamente la forma de ayudar, sino la contención y el apoyo cuando estábamos dispuestos a cualquier situación… ya estábamos resignados”.

“Más allá de mi caso personal, me gustaría que sirva como ejemplo. No me gustaría que mi hijo el día de mañana atraviese lo que tuve que atravesar yo y pase por lo mismo. No todo el mundo está preparado para aguantar tanto y estar tan al límite. No podrían imaginarse cómo la tuve que pasar y las cosas que he vivido… dónde he dormido. Me parece que un deportista tan calificado no debería pasar  por esas situaciones, por eso pienso que con este testimonio se puede”, cerró.

Así, de la mano de Fernández Núñez, Villa María volvió a unirse con el resto del mundo y ya tenemos un final feliz para todos. Lo que se venga, si es laureles y galardones, bien merecido será y se celebrará como es debido.

“Si queremos tener gente preparada y que se luzca, hagamos un esfuerzo… no los desmotivemos; estos chicos llevan la Bandera argentina”, le dijo el empresario a un medio radial nacional. Algo de razón tiene.

Fuente: https://www.eldiariocba.com.ar/el-equipo/2021/7/24/la-odisea-del-judoca-que-concluyo-gracias-una-mano-villamariense-50842.html

24/07/2021

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