Claudio Rial, presidente de la Unión Nacional de Clubes de Barrio, visitó Radio Gráfica. En una larga entrevista realizada en Abrí la Cancha, el dirigente deportivo visibilizó los enormes problemas que están teniendo los miles de Clubes de Barrio de toda la geografía nacional.
“En este momento estamos en decadencia por todo lo que estamos padeciendo“; dice Rial, quién dio cuenta del cambio de época: “Desde 2016 los clubes venimos padeciendo los tarifazos de luz, agua y gas. No tenemos posibilidad de pagar tarifas tan altas. Hoy los dirigentes no estamos solucionando problemas si no postergándolos. Todos sabemos que en octubre vendrá otro gran ajuste y será muy preocupante, porque a la suma de deudas se sumará un aumento impagable. Si el tarifazo 2016 fue imposible, el que vendrá después de octubre podría ser una sentencia“.
Entrevistado por Carlos Aira y Martín Gorojovsky, Rial dio cuenta de la organización que preside: “Nació a partir de una muy buena experiencia en Avellaneda. El estado municipal comprendió que nuestro rol no es sólo deportivo sino de inclusión. Por nuestra parte entendimos de la necesidad del estado y la política para cambiar la realidad. Nosotros podemos hacer muchas rifas y cosas a pulmón, pero las cosas cambian cuando el estado está presente. La Unión Nacional de Clubes de Barrio se formó para que todos los clubes del país tengan vestuarios, baños y agua caliente. Para que todos los chicos del país tengan un lugar digno. Hoy estamos viendo como nos ayudamos para que no cierren los clubes. Nosotros estamos llevando adelante todos los reclamos para que el estado nacional se ponga a la altura de las circunstancias, ya que tiene la herramienta para hacerlo”.
Rial dio cuenta de una problemática del estado ausente y el rol que cumplen los clubes de barrio: “Los clubes humildes se han convertido en comedores sociales porque los chicos no tienen qué comer. Nosotros percibimos problemas sociales antes que todos ya que conversamos con los padres. Fuimos los primeros que nos planteamos contra el tarifazo sabiendo que iba a pasar. El problema hoy es que los chicos no comen. Detectamos familias enteras con este problema. Gente que le da vergüenza pedir ayuda. Nosotros estamos cumpliendo una función estatal sin respaldo alguno“.
Un tema de fondo es la Ley de Clubes de Barrio y Pueblo, aprobada en 2014 pero nunca reglamentada: “Se votó en noviembre de 2014 y fue aprobada por ambas cámaras por unanimidad. Todos los puntos fueron escritos por presidentes de clubes de todo el país. Surgió en Avellaneda y fue recorriendo distintos distritos nacionales. Allí establecimos necesidades, como la necesidad de una tarifa social para los servicios. También el derecho a la propiedad y créditos blandos. La ley está promulgada pero no reglamentada. Carlos Mac Allister no nos da ninguna explicación. En 2014 la votó como diputado, al igual que Baldassi. Son dos personas ligadas al deporte que la votaron y que hoy hacen vista gorda. Yo estoy seguro que el Secretario de Deportes Mc Allister no conoce la realidad de ningún club de barrio”.
“La vida de los clubes cambiaría con la ley“; nos dice Rial, quién expresó: “Nos pondríamos al día con las tarifas y tendríamos estructura y contención. Pero reitero, hoy no tenemos la estructura que nos brindaría la Ley. Un ejemplo claro: El club Bedoya de Garín el año pasado comenzó a darle de comer a cinco chicos. Hoy tiene 75 pibes. Está cumpliendo una función de comedor sin recursos. Lo banca el presidente con la comisión directiva. Si nosotros tuviéramos la estructura que brindaría la Ley, no sólo tendríamos fútbol sino también actividades para chicas y abuelos. Sabemos que cuando la mujer está en el club arrastra todo. Hoy vemos todos eso muy lejano”.
Consultado sobre el rol de los dirigentes de clubes barriales en la política, Rial no tuvo dudas: “Tengo 53 años y hace siete que estoy involucrado de lleno con los clubes. Nunca antes había militado pero soy consciente que me tengo que involucrar para cambiar la realidad y plasmar un derecho ganado como la Ley de Clubes de Barrio y Pueblo. Por eso saludo a Nico Mantegazza y Emilce Dávalos, ambos de San Vicente, que se presentaron para concejales; o Diego Indiqui, presidente de la Unión de Clubes de Quilmes, que también se presentó en su distrito”.
“El debate político se da en los clubes“; sostiene Rial, quien agregó: “Nosotros nos volcamos por un gobierno con el cual construimos edificios y estructuras. Tal vez muchos papás no quieren al gobierno anterior, pero seguro que tampoco quieren esto. Más cuando nos enteramos que los subsidios que tendrán que llegar a los más necesitados se direccionan hacia los ricos. En Córdoba dieron 100.000 pesos a un Club de Golf para que haga una red subterránea con el fin de ponerle luz a una cancha de tenis. Este gobierno ayuda a quienes más tienen y da bronca, porque los clubes de barrio estamos dándole de comer a los chicos”.
“No tengo dudas que el gobierno ve los clubes como parte de un posible negocio inmobiliario. En Tigre hay un club en el cual prometieron no quitarle las tierras. Hoy dicen que el gobierno no está de acuerdo con la expropiación, pero la están pidiendo para llevar adelante unas torres. Es la frialdad de un gobierno en el cual somos una planilla de excel. No ven que hay gente detrás. No les interesan los clubes de barrio. Sólo clubes privados”.
Claudio Rial es hincha fanático de Racing, aunque quiere diferenciar los clubes de fútbol con los clubes de barrio: “Nosotros no tenemos la prioridad del fútbol ya que tratamos la parte social, pero tenemos el beneficio del Derecho de Formación de Clubes de Barrio. Ley que fue fomentada por el compañero Víctor Lupo. Antes el derecho solo lo cobraban los clubes AFA, pero la formación la hacen los clubes de barrio. Los clubes de fútbol sólo eligen a los pibes. Nosotros corregimos problemas de alimentación, le brindamos en muchos casos contención y afecto. Por eso digo que esos clubes eligen jugadores pero no miran al chico como lo hacemos nosotros. No son jugadores en miniatura: son pibes. Nosotros les enseñamos a convivir con otros compañeritos.
Finalmente, se lo consultó a Rial sobre Luna de Avellaneda: “Nunca terminé de ver la película porque me resulta muy triste. Pero hay una historia: Luna de Avellaneda se rodó en Juventud de Llavallol. A raíz de lo generado por la película se organizó la Unión de Clubes de Barrio de Avellaneda. En esos días fuimos a entrevistarnos con el entonces secretario de Deportes, que nunca nos atendió. Nosotros pensamos que tenía una mentalidad favorable a los clubes de barrio. Nosotros sólo queríamos que no cerraran clubes, como en Luna de Avellaneda. Años después, con este gobierno, cuando salimos a la calle por tema del tarifazo, el presidente Mauricio Macri fue a Juventud de Llavallol para anunciar que tendríamos tarifa social con un descuento del 40%. Fue una tomadura de pelo, porque habían aumentado un 500%“.
Fuente: Radio Gràfica
28 agosto 2017.