16/08/2005: El tucumano JUAN ARMANDO BENAVIDEZ – “El doctor del fútbol”

Ago 7, 2023 | Carta de Lectores

20160915Paton Benavidez

A principios de la década del ‘40 aparece uno de los jugadores más exquisitos de fútbol nacidos en la Argentina. Lo llamaban «el Patón» o «el doctor del fútbol», como lo bautizara Félix Daniel Frascara, periodista de la Revista El Gráfico, por la calidad para transitar el campo de juego y además ser un goleador. Su nombre fue Juan Armando Benavídez, nacido el 20 de setiembre de 1927, en el barrio “Villa Obrera” de la ciudad de Tafí Viejo, provincia de Tucumán.

Luego de un paso fugaz por el club Independiente de la provincia (ya desaparecido) pasó al “decano” Atlético Tucumán. Entre los años 1942 y 1946 Atlético conformó uno de los más grandes equipos de todos los tiempos. Al mismo lo integraban: Fiori, Cerrutti y Ponce, Chalin, Crespín y Jaime, González, Benavídez, Martin, Martínez y Rojas. Este equipo lleno las vitrinas de la Institución de trofeos y la vista de los tucumanos por el alto nivel de juego. En el mencionado período gana los campeonatos anual y absoluto de 1942, el de competencia, anual y absoluto de 1944, el competencia 1945 y el competencia de 1946. Benavídez fue vendido a fines de ese año a Estudiantes de La Plata y con ese dinero se construiría la tribuna del estadio que da sobre calle Chile, con lo cual se terminaba la construcción de los cuatro sectores llevando su capacidad a más de 15.000 espectadores.

Estudiantes lo prestó para que Newell´s Old Boys (NOB) de Rosario, club que lo llevará a una gira por Europa a fines de 1949. Benavídez la «rompió» en esa recordada gira del «rojinegro» por España, Portugal, Alemania y Bélgica, antes de quedarse en Ñuls.

De allí “el Patón” se trasladó al barrio Boedo en la Capital Federal para jugar en San Lorenzo de Almagro, intentando hacer olvidar al gran René Pontoni, que con el “éxodo de la huelga  1948” se fue a jugar a Colombia. En los “Santos de Boedo” el tucumano se convirtió en un jugador de “Galera y Bastón” como se le dice a los jugadores de calidad, para delicia de los hinchas santos.

Con algunas características físicas Benavídez se asemejó a su antecesor en Ñuls, San Lorenzo y la selección, el gran René Pontoni. Para buena parte de la cátedra «el mejor centrofoward de la época». Por lo tanto, el legado para el tucumano Benavídez fue motivo de orgullo pero también «una carga».

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En San Lorenzo hizo 69 goles en 131 partidos jugados entre 1951 y el ´55. Benavídez fue un «9» lleno de inteligencia y habilidad que se destacó muy pronto. Por eso fue llamado a la selección nacional donde jugó un solo partido, antes de ser transferido al Atlético Madrid, España.

En el ´56 su llegada al popular «Aleti» estuvo precedida de gran expectativa. «Llega el otro Alfredo Di Stéfano» decían los hinchas del Atlético Madrid. Pero allí no le fue bien. Estaba falto de entrenamiento, había estado parado algún tiempo y se mostraba lento. Benavídez en un gesto de grandeza ofreció rescindir el contrato a los dirigentes del “colchonero madrilista”.

Pero a mediados de la ‘56 lo fichó el “Español”, club en el que permaneció tres temporadas siempre como titular indiscutible.

Tras su paso por el club catalán y ya con treinta y un años es fichado en el verano de 1958 por el Granada. Con una pareja de argentinos (Benavídez – Carranza) como delanteros, un equipo muy bien armado y no exento de buen fútbol, el Granada era una máquina de hacer goles. Y de esa manera consiguió el club rojiblanco la mayor proeza de su historia, el subcampeonato copero del año 1959. Vázquez, Carranza, Loren, Benavídez y Arsenio forman el inmortal quinteto en rojiblanco protagonista de la gesta. La prensa española contaba que su estilo de jugador lo acercaba, en la destreza, a los movimientos de un torero.

Con 33 años pasó a jugar en el Málaga, y contribuyó a devolverlo a primera división en 1962. Allí en la ciudad de Málaga se afincó una vez retirado del fútbol nacionalizándose español.  Cultivaba bajo perfil, vivía austeramente, no iba a ver fútbol y sólo lo seguía por televisión.

El 16 de agosto del 2005, antes de cumplir 80 años, el taficeño “Patón” Juan Armando Benavídez dejó de existir en Málaga.

“El doctor Benavídez” según Sanfilippo

Para el gran goleador José Francisco “Nene” Sanfilippo, «Pontoni y el tucumano Benavídez fueron dos de los mejores centrodelanteros de San Lorenzo de toda la historia. El tercero, Omar Higinio García».

«A Pontoni lo tuve como técnico en la Tercera y hasta alcancé a jugar un par de partidos con él en Reserva. Fue en el ´54, parecía que jugaba en patines. Venía de dos operaciones de rodilla y era un jugador distinto», destaca. «Con el tucumano Benavídez jugué parte del ´53, yo tenía 17 años cuando debuté en Primera y él ya era un ´crack´ y ése año además fue goleador del campeonato junto con Juan José Pizzuti. Hicieron 22 ó 23 goles cada uno», recordó. «Benavídez, era un pensante, resolvía siempre con mucha inteligencia todas las jugadas», concluyó Sanfilippo.

Fuente: Libro “100 Ídolos Tucumanos” de Víctor F. Lupo

Capitulo 18 – Página 100

Editorial Corregidor

Agosto 2023

 

 

 

 

 

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